Ubicado en la Alameda Central, está hecho con mármol de Carrara y en total pesa 70 toneladas. Su construcción tomó solamente un mes y medio, y es uno de los lugares más emblemáticos del Centro Histórico
Al morir Benito Juárez, se pensó en hacer un monumento para recordarlo. Así fue como se consideraron lugares como Paseo de la Reforma y la plaza de Santo Domingo, pero nunca se concretó nada. Hasta que en 1910, Porfirio Díaz mandó a construir varios monumentos para conmemorar el centenario de la Independencia, entre ellos, el Hemiciclo a Juárez.
El encargado del proyecto fue el arquitecto Guillermo Heredia. El hemiciclo es de estilo neoclásico y está conformado por doce columnas, las dos principales tienen un pebetero. En medio, hay un conjunto escultórico, obra del artista italiano Lazzaroni, formado por Benito Juárez acompañado de dos ángeles: uno representa a la Patria y otro, a la Ley. En la parte baja tiene dos leones, cada uno pesa nueve toneladas.
Fue inaugurado el 18 de septiembre de 1910. En la ceremonia estuvieron los embajadores de Estados Unidos, Argentina, Guatemala y España; además, el poeta Luis G. Urbina declamó un poema. El lugar es punto de encuentro para chilangos y turistas, para marchas y maratones, y escenario de diversos eventos artísticos.
(Fotos: Mariana San Nicolás)