En las calles de Carranza y Bolívar está el Reloj Otomano, el cual fue un regalo de las colonias libanesa y turca a nuestro país, entregado el día 22 de septiembre de 1910, en el centenario de la Independencia de México, como un signo de gratitud por el buen trato que recibieron los inmigrantes.
El reloj tiene una estética morisca y en dos de sus caras pueden leerse números arábigos, mientras que en las dos restantes se plasma el sistema otomano; la torre también tiene los escudos de los tres países (Turquía, Líbano y México), tal vez como un guiño no sólo a la hermandad, sino al sincretismo cultural.