Daniel tiene 23 años. Vive al sur de Londres, donde comparte un departamento con dos chicas y un gato que rescataron de la calle. Se gana la vida escribiendo desde su cama artículos para gente que quiere perder el tiempo en su trabajo.
Ahora está de vuelta en Gloucester, el lugar donde viven sus papás y su hermano menor, Adam. Está ahí porque su hermana decidió lanzarse desde la ventana del departamento y ahora es su funeral.
Con su muerte, el orden en la familia (que no era mucho de por sí) se ve completamente modificado. Mamá llora y llora e insiste en que se está esforzando; papá se ha mudado a una tienda de campaña roja, instalada en el jardín de la casa; Adam aprovecha cualquier pretexto para emborracharse y tomar las pastillas que “heredó” de su abuelo; y Daniel tiene miedo de que cuando la incineren, su hermana se pierda, ahora sí, por completo.
Ellen tenía los pies, las uñas y los ojos naranjas, y muchos tatuajes en las piernas. Sabía leer en ruso y tenía esos extraños pulgares que son capaces de doblarse hasta tocar el antebrazo. La vio por última vez hace seis meses. Y cuando Daniel se da cuenta de que su hermana se va borrando poco a poco de su memoria, intenta aferrarse como puede a sus recuerdos, a los momentos que pasaron juntos, porque sabe que con ella desaparece también una parte muy importante de él y de su historia.
Nadie tiene muy claro por qué lo hizo. Sí, estaba triste y tenía miedo, pero cuando escuchan la versión de que fue por un video que alguien tomó durante una fiesta tras drogar a Ellen, Daniel y Adam deciden buscar al culpable y hacer justicia.
Hurra es la tercera novela de Ben Brooks y la primera que se publica antes en español que en su idioma original.
Hurra
Ben Brooks
Blackie Books
Barcelona, 2016.
293 páginas, $396