En esta ocasión recomiendo dos películas, una comercial y otra de arte, que están actualmente en cartelera: Inquebrantable (Unbroken) y Fuerza mayor (Force Majeure).
La comercial. Nominada a tres premios Oscar, incluido el de Mejor Fotografía, Inquebrantable, película dirigida por Angelina Jolie y escrita por los hermanos Coen (a partir del libro homónimo de Laura Hillenbrand), narra la historia real de Louis Zamperini, quien tras participar en los Juegos Olímpicos de 1936 se incorporó a las Fuerzas Aéreas de los Estados Unidos para luchar en la Segunda Guerra Mundial. Cuando el bombardero que pilotaba se estrelló en el Pacífico, Zamperini navegó a la deriva hasta que fue capturado por los japoneses. Jolie entrega una película impecablemente bien hecha, aunque termine siendo una típica historia de supervivencia extrema en tiempos de guerra.
La artística. Por su parte, Fuerza mayor es el cuarto largometraje del sueco Ruben Östlund, quien combina una historia inteligente con una técnica de filmación que raya en lo impresionante, sobre todo en lo visual ¿De qué trata? Una familia pasa unas vacaciones invernales de ensueño en los Alpes. Sin embargo, mientras comen en un restaurante, se produce una avalancha que asusta a los clientes. La madre llama a su marido para que la ayude a salvar a sus hijos, pero él ha huido para salvar su vida. La avalancha se detiene delante del restaurante, sin ocasionar daños, pero el universo familiar está más que destrozado.
(Roberto Garza / @bandasonora105)