Varios nombres emblemáticos de la cultura de la música electrónica actual y de la escena clubber de Amsterdam están vinculados indefectiblemente al de Interstellar Funk, el alias artístico de Olf Van Elden. Lo mismo los sellos discográficos Dekmantel o Rush Hour —en el que se inició como becario para más tarde trabajar ahí de tiempo completo y culminar publicando su propia música en su respetado catálogo— que sus residencias como pinchadiscos en clubes como el hoy extinto Trouw o el abierto hace dos años De School —célebre por haber lanzado en 2017 una fiesta de 62 horas en el festival Amsterdam Dance Event— se mencionan junto al nombre de este magnífico productor y DJ que hará escala este viernes en Yu Yu, el club de Versalles 94.

Mucho se ha escrito sobre las intenciones de Interstellar Funk por hacer convivir las emociones con la música maquinal lo mismo en sus dj sets que en sus propios tracks. Es habitual escucharle seleccionar techno, electro, new wave, mucha música de sintetizadores y todo lo que se halle entre esos géneros tanto para sus podcasts que cuando tiene que encargarse de sacudir pistas de baile. A la hora de confeccionar sus temas también hace guiños a todos esos géneros. Basta escucharlo en cualquiera de sus facetas para descubrir por qué se convirtió en menos de una década en invitado constante de clubes y festivales del mundo. Otro de los rasgos que suelen aplaudírsele es su obsesión por integrar a su estilo las imperfecciones y excentricidades que suele tener la música creada con sintetizadores, algo que da a lo suyo un aire intoxicante, siempre con ecos de Detroit, ciudad de origen del techno que lo formó desde muy temprana edad. Difícil negarse a bailar con lo que traerá consigo este viernes. ¿Vamos?

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