De acuerdo con la fiscalía estatal, la principal línea de investigación establece que el móvil de los homicidios es “la disputa por el recurso maderable, con auxilio de algún grupo delictivo que opera en esa región”
La Fiscalía General del Estado de Chihuahua dio a conocer que investiga “los entornos familiares y cercanos” de la activista Gloria Cañez Chávez (63 años), defensora de los derechos de los rarámuris, y su hija Sali Avella Cañez (23 años), quienes fueron asesinadas el pasado sábado con más de 50 disparos en el municipio de Balleza.
En un breve comunicado, el fiscal de Distrito Zona Sur, Juan Carlos Portillo, señaló que la principal línea de investigación establece que el móvil de los homicidios es “la disputa que existe por la autorización y control de la explotación forestal en esa región”, precisando que “no se trata de tala ilegal, sino que el conflicto deriva del manejo de permisos”.
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“Indudablemente tenemos a ciencia cierta que se cometieron por una disputa por el recurso maderable, con auxilio de algún grupo delictivo que opera en esa región”, dijo Portillo sobre los asesinatos en la comunidad de Yerbabuena.
De acuerdo con El País, Cañez Chávez llevaba más de 30 años colaborando con las comunidades rarámuris para solucionar problemas de tierras: “Buscaba que fueran los habitantes del pueblo originario los que pudieran trabajar los terrenos que históricamente habían sido suyos, en lugar de las compañías gestionadas por empresarios y caciques locales”.
Recientemente, menciona el medio, había obtenido permiso para trabajar un predio conflictivo sobre el que había terceras partes también interesadas. Presuntamente, la concesión generó tensiones con los ejidos de San Carlos y Guajolotes.
No obstante, la fiscalía contradice este relato y apunta a que no era activista, sino que tenía intereses personales para explotar los terrenos.
“Ella se encargaba de ese tipo de asuntos, pero no desde la perspectiva de la defensa, sino legítimamente supongo yo, con interés sobre la tala a través de permisos”, señaló el fiscal estatal, César Jáuregui Moreno, en una rueda de prensa.
La antesala de la ejecución
La prensa local recordó el caso de José Rubén Avella Molina, esposo de Gloria Cañez Chávez, quien fue asesinado en 2014 después de que enfrentó un proceso penal por haber matado a balazos a dos hombres a causa de un conflicto por la posesión de predios.
Según archivos de la fiscalía, en julio de 2010 Avella Molina y su cuñado Felipe Cañez Chávez, le dispararon a Carmelo Herrera Escárcega y Manuel Herrera Escárcega en un camino de terracería que comunica El Vergel con Balleza, a la altura del poblado Los Guajolotes.
A Avellana Molina también se le acusó en ese entonces de homicidio en grado de tentativa en agravio de Gustavo y Noel Eugenio Herrera Cervantes. Cabe mencionar que en 2015, agentes ministeriales detuvieron a Felipe Cañez Chávez en el municipio de Guachochi, donde se ocultaba con una identidad falsa.
Fotografía: cortesía