Si no fuera por la amistad entre José Ignacio Solórzano y José Trinidad Camacho (JIS y Trino), nunca nos habríamos divertido con las aventuras de El Santos, el programa La chora interminable y toda una tradición de irreverencia que ha marcado a varias generaciones y convierte a esta dupla creativa en una de las más importantes del país. En el marco del Festival Letras en Tepic, en febrero pasado, platicamos con ellos.
Si hiciéramos una genealogía de la novela gráfica, creo que el trabajo de ustedes sería el equivalente mexicano al de Robert Crumb, ¿están de acuerdo?
JIS: Es un honor que nos compares con un genio como Crumb. Es un pilar. En muchos momentos de mi carrera, Crumb ha sido una fuente de inspiración, una influencia clave: desde la calidad de la línea y la manera desvergonzada de hacer confesiones personales, hasta el prodigio imaginativo y la capacidad de representación que hay en sus dibujos.
¿Cómo describen su sentido del humor?
Trino: Yo me meto en la misma cápsula con JIS. Somos humoristas de lo cotidiano. Nos reímos de lo que nos pasa a diario, lo cual se confirma en La chora interminable, nuestro programa de radio. Ahí mostramos un humor que no se sostiene necesariamente con chistes, sino con desenfado y diversión. A veces platicamos de anécdotas a las que el público podría responder: ¿a mí qué me importa? Sin embargo, en los programas de este tipo hay muchas ganas de hablar de aquello que esté fuera de lugar y sin sentido.
Si hablamos de técnica, ¿quiénes son sus maestros?
JIS: Para resumir mi lista (porque hay mil fuentes de las que se aprende), siempre menciono a los caricaturistas que admiro: Robert Crumb, Moebius, Jean-Jacques Sempé, Saul Steinberg…
Trino: Suscribo lo que dice JIS. Además de los grandes caricaturistas ya mencionados, soy muy fan de las caricaturas animadas: Tom y Jerry, Bugs Bunny… Por cierto, me caga utilizar la palabra “suscribo”. También me caga decir “empoderarse”. Me caga, no porque esas palabras no digan nada, sino porque están de moda. Todos dicen: “Las mujeres se están empoderando”; “Suscribo lo que dices”.
En tu caso, JIS, me parece que ocultas un elemento, quizá la llave de tus cartones, ¿es intencional?
JIS: No lo había pensado así, pero me gusta tu perspectiva. Ojalá que más gente vea mi trabajo de esa forma. Y ojalá que, por favor, encuentren esa parte faltante para que me la hagan saber.
¿Qué opinan del resurgimiento de la novela gráfica en México?
Trino: En la actualidad hay historietistas muy significativos. Los más importantes son Bef, Edgar Clement, Tania Camacho, Jonathan Rosas, Apolo Cacho… Este auge, con exponentes maravillosos, sucedía hace tiempo en otros países.
Al margen de lo que hacen los moneros políticos, la caricatura tiene un papel de crítica social. Ustedes, por ejemplo, ¿qué rumbo creen que tomarán las elecciones?
Trino: Para mí va a ser una elección difícil, sucia y complicada. Estoy muy decepcionado de la política. No le voy a nadie. No creo que haya un candidato que tenga ganas de cambiar para bien a México. Solo le di mi voto a Marichuy.
JIS: Soy un vergonzoso apolítico. Sé que afirmarlo es ya una postura política, pero, ¿qué puedo decir al respecto? Mi propuesta es otra: que todos corramos despavoridos hacia los bosques.
¿Creen que está mal el abstencionismo?
Trino: No, no está mal. El abstencionismo es la expresión de la gente que ha llegado al tope de la decepción. La sociedad tuvo la esperanza de que alguien podría cambiar las cosas, pero lo cierto es que nadie nos salvará. La respuesta está en los ciudadanos.
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