Katya Echezarreta se convirtió en 2022 en la primera mujer mexicana en llegar el espacio, un logro que le dio la nueva misión de acercar el cielo a otros
La mexicana que soñó con el espacio… y lo alcanzó
Desde que Katya Echezarreta era pequeña aprendió que todos viven bajo el mismo cielo sin importar la distancia. Esta lección se la dio su abuelo, pero la comprendió hasta que un proceso migratorio la separó por cinco años de su familia y la confirmó cuando se convirtió en la primera mujer mexicana en viajar al espacio.
Katya se mudó de Jalisco a Estados Unidos a los siete años. Durante su etapa universitaria incluso tuvo que trabajar en cuatro lugares al mismo tiempo para sacar adelante sus estudios. Al final, logró graduarse de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) como ingeniería eléctrica, ingresó a la NASA y actualmente cursa una maestría en la Universidad John Hopkins.
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Pero el momento más maravilloso de su vida llegó a sus 26 años cuando, junto con otros cinco astronautas, viajó en un cohete de la empresa Blue Origin, del también dueño de Amazon, Jeff Bezos. Fue el 4 de junio de 2022 que la joven llegó al espacio exterior como parte de la misión NS-21 del Programa de Astronautas Ciudadanos de Space for Humanity (S4H). Sólo diez minutos bastaron para que su carrera tuviera otro impulso.
Una nueva misión para Katya arrancó a partir de ahí: ayudar a la industria aeroespacial en su país natal. Ahora también es una divulgadora de la comunidad de Ciencias, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas (STEM) en México.
En una entrevista con Forbes, la tapatía contó que ha estado trabajando en una reforma espacial, la cual ya se encuentra en manos de los senadores; espera pueda ser aprobada este año debido a su importancia. El proyecto de decreto busca cambios en los artículos 28 y 73 de la Constitución, referentes a la regulación de actividades en el espacio ultraterrestre, según una publicación del Senado de la República, que en diciembre pasado le entregó un reconocimiento.
Para esta mujer excepcional que siempre soñó el espacio, lo que más le enorgullece es representar a todas las niñas y mujeres que desean lograr algo más grande. Sin embargo, más que ser una figura (como la Barbie en su honor), quiere acercar a los más jóvenes con campamentos de verano a las posibilidades profesionales que pueden surgir desde un inmenso lugar lleno de estrellas.
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