Ubicado al norte de la Ciudad de México, el conjunto habitacional Nonoalco o mejor conocido como Tlatelolco resguarda sucesos históricos que cambiaron el país
El arquitecto Mario Pani, asistido por los arquitectos Luis Ramos Cunningham y Ricardo de Robinafue, fue el encargado de llevar a cabo la creación del Conjunto Habitacional Nonoalco en Tlatelolco. La construcción inició en 1960 y para noviembre de 1964, el expresidente Adolfo López Mateos, inauguró el conjunto habitacional.
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Tlatelolco estaba pensado para abarcar hasta la antigua estación de ferrocarriles en San Lázaro. Mientras que el enorme proyecto no se pudo completar por cuestiones económicas, aún así se logró la construcción de Tlatelolco que en su momento contó con 102 edificios para albergar 11,916 departamentos destinados a 70 mil habitantes.
Al pensarse como una ciudad propia se construyeron más de 600 locales comerciales, un supermercado, una plaza comercial, 19 escuelas, 13 guarderías, una secundaria técnica y una preparatoria; todo compartiendo espacio con una zona arqueológica, una iglesia y hasta tres clubes sociales, uno por unidad habitacional.
Tlatelolco está conformado por tres unidades habitacionales. La primera unidad estaba destinada a personas con bajos recursos, pero al concluir la construcción los precios se elevaron y muchos no pudieron pagarlo. Esta unidad se encuentra al pie de la Torre Insignia que cuenta con 47 campanas de distintos tamaños.
La segunda unidad resguarda el parque de la Pera y los departamentos más caros. La tercera sección, además de contar con viviendas, rodea la Plaza de las Tres Culturas, un espacio con mucha historia.
El conjunto habitacional Nonoalco no sólo es una muestra de avance arquitectónico para sus tiempos. Esta unidad ha sido partícipe de hechos históricos que han marcado al país desde sus inicios. Se sabe que Tlatelolco fue una de las principales víctimas de la conquista, en donde se encontraba un templo mexica muy importante que fue destruido y donde se erigió un templo cristiano encima.
Fue en Tlatelolco donde se firmó el tratado, que lleva su nombre, para la erradicación de las armas nucleares en América Latina y el Caribe, firmada por 33 países.
El 2 de octubre de 1968, en la Plaza de las Tres Culturas, se vivió la matanza estudiantil en donde integrantes del ejército dispararon contra los estudiantes que se estaban manifestando para exigir respeto a la autonomía universitaria y la liberación de los estudiantes de la Prepa 1. Con este hecho Tlatelolco amaneció entre ruinas y ríos rojos, pero siempre dispuesto a seguir adelante: “Brotarán flores entre las ruinas y entre los sepulcros” (Poema Las voces de Tlatelolco).
No podemos hablar de Tlatelolco sin mencionar el temblor de 1985 que hizo cimbrar a toda la Ciudad de México. Muchos edificios cayeron ante los ojos de los ciudadanos como el edificio de Nuevo León que con su derrumbe murieron alrededor de 300 personas. Otros 11 edificios sufrieron daños y tuvieron que ser demolidos.
En la imagen se ve el derrumbe del edificio Jesús Terán, que fue anunciado días antes lo que le dio oportunidad a mucha gente para ver desde la azotea del edificio del Congreso del Trabajo cómo caía el edificio. Las consecuencias no sólo fueron los derrumbes, algo que enorgullece a los habitantes de Tlatelolco fue la ayuda que entre ellos se ofrecieron y la eficiencia con la que se organizaron.
Así la historia de esta unidad habitacional forma parte de la construcción histórica y social de la CDMX, no por nada Monsiváis la denominó “la utopía del México sin vecindades”.
(Fotos: Facebook La Ciudad de México en el tiempo)