Fotografía: Cuartoscuro Texto por Carlos Navarro
Usa CDMX Banco de ADN para resolver delitos
La Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México creó este espacio (que cuenta con los estándares más altos de calidad) para trabajar con 6 mil perfiles genéticos al mes. Para su construcción se destinaron más de 100 millones de pesos.
La escena es deprimente: un incendio en una bodega de la Central de Abastos de la CDMX acabó con la vida de varios integrantes de una familia. En el lugar del siniestro se hallan los cuerpos de un adulto y un menor, pero falta una niña. Personal de la Fiscalía General de Justicia local redobla esfuerzos para dar con algún indicio que les ayude a esclarecer la situación. Encuentran un diminuto fragmento de tejido óseo no mayor a dos centímetros. Se hace un perfil genético y se determina (tras obtener la referencia de la madre) que pertenece a la pequeña. Así como en la resolución de este caso, el Banco de ADN que opera en la capital del país, ha ayudado en investigaciones como la del violador serial del Periférico o la de Rocío Martínez, quien fue secuestrada en el Bosque de Chapultepec y 27 años después encontró de nuevo a sus verdaderos padres.
La Coordinadora de Investigación Forense y Servicios Periciales de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México, Seberina Ortega, explica que la creación de este Banco surge con motivo de la Alerta por Violencia contra las Mujeres en la Ciudad de México, decretada en 2019. “¿Para qué sirve?, para contener todos los perfiles genéticos de las personas agresoras sexuales que hayan tenido sentencia ejecutoriada, para todos aquellos que estén relacionados con diversos delitos como homicidios, secuestro, estupro, privación ilegal de la libertad, con fines sexuales e incluso de cuerpos de calidad de desconocidos, y de todos los servidores públicos que conforman la Fiscalía, la Secretaría de Seguridad Ciudadana, el sistema penitenciario, las policías privadas e incluso el perfil de la Jefa de Gobierno”, detalló a Máspormás.
La confiabilidad de los trabajos de este espacio, que terminó de ser construido en abril de 2022, debe tener un alto porcentaje, apunta Ortega. “Los perfiles genéticos de todos los indicios que nos llegan, y trabajamos nosotros aquí con 24 marcadores genéticos, necesitan una coincidencia y correspondencia del 99.9% en este lugar”, asegura.
En la base de datos hay 980 perfiles genéticos de servidores públicos, pero hay un registro previo de 17 mil 780 perfiles, obtenidos antes de la creación del Banco; al mes, tienen la capacidad de realizar 6 mil.
Certeza para operar
El Banco está acreditado por la Norma oficial 17025 y por la Entidad Mexicana de Acreditación (EMA), que es la primera entidad de gestión privada en México. Para ello se hizo un proceso minucioso, exhaustivo, riguroso y científico, con la implementación de un sistema de gestión de calidad: todos los procesos están registrados y documentados; se validaron equipos y se llevaron a cabo pruebas de ensayo. También el personal está certificado para llevar a cabo las distintas tareas. “Para que los peritos estén certificados aquí, tienen que pasar por un proceso de capacitación continúa y constante (…) deben tener un perfil académico a nivel de licenciatura, muchos de nuestros compañeros tienen maestría, doctorado, estudios de posgrado, son docentes, han publicado libros, poseen conocimiento en las ciencias genómicas”, detalla la coordinadora. Además, se les hacen exámenes de control de confianza, entre otras pruebas. Actualmente hay 31 peritos laborando, dentro de los cuales están incluido un perito supervisor y un perito en jefe.
Recorrido
La Coordinadora señala que se trata de un banco único en el país y América Latina. Es por ello que Máspormás realizó un recorrido por las instalaciones, que se dividen en dos: para referencias, como la muestra de saliva que aporta una persona para una investigación; o indicios, como un cabello que se encontró en una escena del crimen. Se trata de un espacio en el que no cualquier persona puede entrar, incluso ni la misma Coordinadora. Se requiere estar dentro de una base de datos para que una cámara identifique datos biométricos y así dé el acceso.
Se hace la broma de que en las distintas áreas parece que nadie trabaja, ya que todo luce limpio, sin una hoja sobre una mesa, por ejemplo. Los criterios de gestión de calidad obligan al personal a trabajar de esa forma tan pulcra para realizar todo conforme a protocolo. En este caso, dependiendo si es un indicio o es una referencia, se lleva a cabo un proceso que consta de varios pasos y conlleva distintas prácticas. Si en alguno de los pasos no hay una aprobación, no se puede determinar el perfil genético que se requiere. En este caso, explican las autoridades del banco, cada análisis lleva su propio tiempo. No es lo mismo obtener un perfil de una muestra de saliva, que tarda máximo 48 horas, que obtener el de un indicio de un hueso, que lleva hasta 21 días.
Si te gustó esta nota y quieres saber más sobre recomendaciones, tips y noticias, suscríbete a nuestro newsletter de Máspormás y disfruta de la mejor información.