La Secretaría de Medio Ambiente acotó que diversos estudios refieren que una bolsa de plástico tarda hasta 150 años en degradarse
La Secretaría del Medio Ambiente (Sedema) de la CDMX informó que 155 empresas cuentan con autorización para comercializar bolsas y productos plásticos compostables o elaborados con material reciclado posconsumo, a fin de beneficiar a la sociedad.
Señaló que entre 2020 y 2021 la ciudad prohibió la comercialización y distribución de productos plásticos de un solo uso, lo que motivó a generar alternativas sustentables.
“Estudios revelan que una persona consume 5 gramos de microplásticos a la semana, lo que es el equivalente a una tarjeta bancaria, por ello, quedaron prohibidos los productos de plástico desechables como cubiertos, tenedores, cuchillos, cucharas, así como palitos mezcladores, platos, popotes o pajitas, entre otros”, comunicó.
Añadió que la Dirección General de Evaluación de Impacto y Regulación Ambiental ha llevado a cabo modificaciones significativas en el marco legal y normativo para regular este tipo de residuos, además de acciones para supervisar y fomentar su cumplimiento en materia de distribución y comercialización.
Acotó que diversos estudios refieren que una bolsa de plástico tarda hasta 150 años en degradarse. “Y cuando lo hace se convierte en microplásticos que podrían llegar a ecosistemas marinos y terrestres por muchos años más”, señala la dependencia.
Trabajan en la prohibición de bolsas
La dependencia capitalina dijo que desde hace seis años trabaja en conjunto con el sector privado con la finalidad de abordar la prohibición de bolsas y plásticos de un solo uso, a través del Plan de Sustitución de Plásticos Desechables en Six Flags México.
También, mencionó que trabajó en conjunto con 11 Cámaras y Asociaciones relacionadas con diversos sectores como alimentos, lavanderías, hoteles y moteles, panaderías, comercio e industria, así como del vestido.
En lo que va del año, la Sedema informó que ha tenido mesas de diálogo con el sector privado y organizaciones de la sociedad civil para identificar acciones que se alineen con los principios de economía circular en los procesos de producción, distribución, comercialización, recuperación, aprovechamiento y encadenamiento productivo.