El mexicano que fue detenido en Catar agradeció a los medios de comunicación por hacer presión para su liberación
Manuel Guerrero, el ciudadano británico-mexicano, que fue detenido y encarcelado en Catar, regresó a México luego de concluir un proceso judicial en ese país, tras ser detenido por la presunta posesión de drogas, aunque familiares y activistas señalaron que la aprehensión fue por su orientación sexual y condición de salud.
En su regreso a México, Manuel dio una conferencia en donde comentó que no sabía que era ilegal ser gay en Catar, mencionó que en ese país había una regla que no estaba escrita, pero que él cumplió con todas, además denunció los malos tratos que reciben los personas LGBT.
“Recuerdo cuando iba a ser el Mundial en Catar, el mismo secretario de Relaciones Exteriores invitó a todo el mundo a ir sin miedo, diciendo que las muestras de afección que pasaran a puerta cerrada no iban a ser discriminadas. Siempre en Catar había una regla que no estaba escrita, yo cumplí con todas las reglas estando en público, durante siete años viví de manera normal, nunca tuve un problema, siento yo que después de la Copa del Mundo, Catar empezó a cambiar”, explicó.
Además, recalcó que en Catar se violan los derechos humanos de las personas LGBT, que son sometidos a tortura, terapias de conversión, y al ser detenidos viven en condiciones insalubres.
“Catar, siendo uno de los países más ricos del mundo, somete a sus propios ciudadanos a terapias de conversión, mantiene centros de detenciones en condiciones inhumanas e insalubres, el mismo Estado no garantiza el debido proceso al promover la tortura física y psicológica, y no prevé asesoría legal ni traducción, esto no sólo es una violación a los derechos humanos, sino una mancha en la consciencia global”, denunció Manuel.
“Mi caso sólo es uno de muchos y es imperativo que utilicemos esta plataforma para arrojar luz sobre las otras realidades que algunas personas de la comunidad LGBT enfrentan en Catar”, advirtió Manuel Guerrero.
El mexicano agradeció a la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), pero sobre todo a los medios de comunicación que hicieron presión para que el Gobierno de México actuara para su liberación.