El nombre de Fat Boy Moves no es una ley de la física ni una respuesta al Prevenimss. Las “movidas” de los gordos del alma —una condición espiritual que no necesariamente se ve reflejada en el grosor del cuerpo— son, por ejemplo, abalanzarte sobre la última enchilada, acabarte el taco que tu amigo no logró comerse, ir por helado y galletas después de haberte echado una doble ración de postre. ¿Te identificas? Entonces este minitemplo a la glotonería es para ti.
Los chefs son Allen Noveck y Marifer Millán; él, coreano-neoyorquino y ella, guerrerense-chilanga. Después de trabajar en varios restaurantes de Nueva York, arrancaron un proyecto propio en la Ciudad de México. La base de la cocina es coreana con un twist creativo y divertido.
La carta es breve, así que, si vas en bola, les recomendamos pedir una cosa de todo como ensalada de jitomatitos con sandía y queso, coliflor empanizada con salsa agridulce, pollo frito con miel, tallarines con chamorro y jengibre, y arrachera marinada a la coreana.
Hagas lo que hagas, asegúrate de llegar a los postres, la especialidad de Marifer. Las cochidonas son pequeñas rosquillas decoradas como puerquitos, ¡lo más kawaii e instagrameable del universo! El taikayi es un waffle con forma de pescado con helado, chocolate y unos pokys. Y lo más delicioso son las honey butter chips: papas fritas bañadas en miel, coronadas con una bola de helado casero, ¡ñom! Un postre superpopular en Seúl, pero acá les queda todavía mejor.
Dónde: Tamaulipas 147, col. Condesa.
Horario: miércoles a viernes de 13 a 17 h y de 18:30 a 21 h, sábado de 13 a 22 h, domingo de 11:30 a 18 h