Amrita fue una pintora india nacida en 1913 considerada la más importante del siglo XX en su país. Su reconocimiento mundial no sólo se debe al trabajo que realizó como artista, sino a sus inclinaciones políticas comprometidas con su propia libertad y con las luchas sociales de india.
Hace cuatro días se celebró el 103 aniversario del nacimiento de Amrita Sher-Gil, y Google lo recordó con un doodle en su honor. La pintora, de madre árabe y padre hindú, mostró talento desde pequeña y, al estar dentro de un ambiente cosmopolita, logró desarrollarlo temprano.
En su adolescencia, Amrita viajó a Paris, en una época de efervescencia vanguardista a la que se integró de manera natural. Aquí empezaron sus exploraciones artísticas, políticas y sexuales que la caracterizaron toda su vida.
Muchos la han llamado “La Frida Kahlo india”, pues ambas pintoras se identificaron por romper los límites de lo establecido en su trabajo y en su manera de representarse ante la sociedad. Amrita, a pesar de haber crecido lejos de su patria (probablemente esto le dio más perspectiva), en la juventud se sintió indignada por las condiciones de la India bajo el régimen inglés y regresó.
Su ir y venir se nota en el trabajo que realizó hasta los 28 años, cuando enfermó de un padecimiento misterioso que la llevó a la muerte. Alfredo De Braganza recoge los episodios de la vida de esta gran figura del siglo XX y los retrata con detalle en esta biografía.