El Gran Hotel se originó como una tienda departamental de estilo francés, en la que Carmelita Díaz solía pasar las tardes. Después fue el centro de reunión de las grandes figuras de la Época del Cine de Oro nacional.
Fotos: Lulú Urdapilleta
A raíz de ese famoso capricho de Porfirio Díaz de “afrancesar” la Ciudad de México se construyó lo que hoy es el Gran Hotel. Ubicado en la esquina de 16 de Septiembre y Plaza de la Constitución (Zócalo), el inmueble de estilo Art Nouveau nació como el Centro Mercantil, la primera tienda departamental de la época, en la que vendían ropa, telas, perfumes, joyas y té.
Porfirio Díaz lo inauguró en 1889 y donó el candelabro tipo Luis XV que actualmente adorna la entrada. Cuenta la leyenda que su esposa, Carmelita, iba diario a tomar el té con sus amigas. El elevador que aún permanece fue el segundo que llegó a la ciudad después del de Palacio Nacional. El vitral, tipo Tiffany, es el cuarto más grande del mundo. En 1958, la familia Saba lo demolió para hacerlo hotel.
En 1968 abrió como hotel bajo la administración de Howard Johnson, pero cerró de 2003 a 2005 por remodelación; de 120 habitaciones quedaron sólo 60 y la terraza restaurante. Por su lobby han desfilado figuras como Agustín Lara, María Félix y, recientemente, fue escenario del rodaje de la nueva película de James Bond.