De cine a escombros, eso es lo que ha pasado con este inmueble en el cual se pretendía construir el primer santuario de este santo indígena.
El Cine Lindavista, lugar que perteneció a una cadena de cinemas, fue inaugurado en la década de los 40 y se dice que el día del estreno Mario Moreno “Cantinflas” fue a darle su ‘bendición’.
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El cine era muy atractivo por su diseño en forma de castillo y porque sus paredes estaban decoradas con personajes de Disney como Alicia, Donald y la Cenicienta. Con el paso de los años este lugar poco a poco fue perdiendo popularidad hasta que cerró en los años 90.
Una década más tarde, cuando el 31 de julio de 2002 se realizó la ceremonia de canonización de Juan Diego por el papa Juan Pablo II, se creyó que este lugar volvería a recuperar el brillo y la fama que el siglo pasado, pero no fue así, y la remodelación del lugar hasta el momento no ha dado frutos.
Han pasado 14 años desde aquella ceremonia y la construcción de la iglesia para el primer santo indígena no se ha concluido, incluso parece que está en total olvido. En un principio se dijo que esto ocurrió porque las autoridades eclesiásticas no cubrieron los requisitos para la edificación del lugar, pero ellas respondieron a que todo se debía a un tramite burocrático lento.
PANORAMA DESALENTADOR
Para empezar, lo que sería la iglesia sigue en total construcción y ahí no ofrecen misas. La entrada al recinto está bloqueada y una manta indica que el acceso es por una calle alterna.
Sin embargo, al entrar por el estacionamiento del lugar te darás cuenta que el sitio se encuentra totalmente en ruinas.
En algunas esquinas se pueden observar pedazos de cascajo de la construcción que por la falta de mantenimiento se ha ido desmoronando, lo que podría ser un peligro para los visitantes ya que no hay medidas de restricción.
Ante este panorama, desde el 2008 y de manera provisional se acondicionó un antiguo salón de fiestas en el predio vecino para convertirlo en capilla y recaudar fondos para continuar con la construcción.
El aspecto de la capilla es modesto, tiene algunas imágenes en el altar y dan misa todos los domingos como en cualquier otra iglesia católica, además de que celebran primeras comuniones y hasta bodas.
En la pequeña capilla también construyeron un área para nichos y una sala de espera.
Con la misma intención de recaudar fondos abrieron una cafetería, sin embargo se encuentra cerrada y en nuestro recorrido pudimos constatar que no ofrece servicio.
(Fotos: Dulce Ahumada/MXM, Greater Mexico City y La Ciudad de México en el Tiempo)