Hace dos años se estrenó en España la obra de teatro musical La llamada, surgida de la pluma de los tocayos Javier Ambrossi y Javier Calvo.
La frescura y lucidez de esta comedia romántica hizo que el teatro se abarrotara y la obra fuera multipremiada en actuaciones, escenografía, música, vestuario, dirección y un largo etcétera.
A pesar de haber empezado desde abajo, y después del éxito obtenido en su tierra, esta obra llega a México representada por talentos como Tessa Ia, Alexis de Anda, Natasha Dupeyron, Federico Di Lorenzo y Laura Zapata.
Definirla no es fácil porque en su guión no hay nada predecible: mezclando reggaetón, música de iglesia y canciones de Whitney Houston, La llamada cuenta la historia de una chica que quiere ser estrella de la popular música del perreo, pero empieza a replantear el rumbo de su vida a partir de encuentros con Dios (declarado fanático de la intérprete de I will always love you).
Aunque toda la situación se desarrolla en un campamento cristiano, hay monjas, melodías religiosas, cruces y fe, esta obra no se trata sobre religión.
La llamada se trata sobre el paso a la adolescencia, las dudas que surgen al momento de crecer y las decisiones que uno debe tomar para convertirse en lo que quiere ser.
El texto de la obra fue respetado íntegramente, pero para los fans mexicanos (que ya son muchos y forman parte de los autonombrados llamaders) hay un guiño musical dentro del gran repertorio de canciones que componen esta obra sobre la dicha de ser diferentes y celebrarlo.
La llamada tendrá temporada en la Ciudad de México a partir del 28 de agosto en el Teatro Ignacio López Tarso (Av. Revolución esq. Francisco I. Madero en la colonia San Ángel) los viernes a las 20:30, los sábados a las 18:00 y 20:30 y los domingos a las 17:00 y 19:30 y los precios de entrada van desde los $200 hasta los $500.