A Tess la vida siempre le ha costado un poco más de trabajo que a los demás. Cuando estaba en la primaria, mientras veía desde lejos al resto de sus compañeros jugar, la encargada del comedor se lo explicó de forma muy sencilla: “Tú eres como Plutón: te sientes mucho más a gusto en soledad”. Y ahora, a los 15 años, está cansada de fingir, de esforzarse por ser algo que no es. De intentar alcanzar el centro del sistema solar para, a costa de su tranquilidad, satisfacer a unos cuantos.
Y por si no fuera suficiente, su vida da un giro de 180 grados cuando descubre un mensaje escrito por su padre en un blog sobre fertilización asistida. “Cuando por fin Tess nació tras dos horas de empujones, no experimenté más que repulsión. Me costaba fingir que amaba a esa peculiar criatura (…). No era hija mía”, dice el texto.
617 palabras que destruyen su mundo. 15 años viviendo una mentira. Jack, el hombre junto al que siempre se ha sentido segura, no es en realidad quien ella cree que es. Y su madre, Helen, tampoco. Es entonces cuando todo tiene sentido: los ojos oscuros (a diferencia de los ojos azules de sus padres), el cabello rubio, la altura, el peso… Todo es completamente distinto, ¿cómo no se dio cuenta antes?
Su mundo se viene abajo y ella queda atrapada entre las ruinas de las que ni siquiera Isabel, su mejor amiga, puede rescatarla. Incapaz de comunicarse con nadie, Tess encuentra en el silencio la única solución.
La única obsesión que ocupa su mente, que la asfixia, es la necesidad de encontrar a su padre biológico. Con la esperanza, así, de explicarse el lugar que ocupa en el mundo. El silencio es un pez de colores es una historia sobre el peligro que supone sumirse en el silencio y la imposibilidad de enfrentar la vida solo.
El silencio es un pez de colores
Annabel Pitcher
Madrid, 2016
Siruela
308 páginas
$528