Hari Sama es conocido por haber dirigido películas como Sin ton ni Sonia o El Sueño de Lú, pero antes de ser cineasta, el mexicano fue uno de los pioneros del rock nacional de los 80.
Estudió composición clásica y formó una banda que se llamó La muerte de Eurídice, que alternaba escenarios con Fobia y Caifanes. Sin embargo, poco antes de sacar su disco debut, los integrantes se pelearon y el proyecto terminó.
“Nos manejaba esa persona que era El Oso (Pavón), estábamos más loquitos y se acabó, yo me dediqué a seguir estudiando música y después entré al cine y dejé a la música en un cajón cerrado con llave”, relató Hari en entrevista.
Hoy después de más de dos décadas, Eurídice ha vuelto a la escena musical con una nueva propuesta, un sonido new age y post punk.
“Hace tres años me di cuenta de que no me podía dar el permiso de seguir en este planeta sin retomar el proyecto musical porque no me iba a morir tranquilo, fue una epifanía que tuve en un concierto de Caifanes”.
Hari negó que este regreso se diera luego de ver el éxito que esas bandas habían conseguido. Lo describe más cercano a una experiencia energética, algo más profundo, aunque no desdeña la perseverancia de Caifanes ni el lugar que lograron dentro de la historia musical.
En este regreso, el grupo ya sólo se llama Euridice, como la ninfa y esposa de Orfeo. El proyecto artístico se ha vuelto una parte muy importante de la vida de sus integrantes.
“El grupo no suena a nada de lo que se está haciendo ahorita, puede ser difícil al principio porque no es un sonido identificable de inmediato, pero me parece que poco a poco ha ido encontrando su propio público y lógica”.
El año pasado realizaron una gira de conciertos; no obstante, este año decidieron disminuir el ritmo para poder mantener sus carreras alternas y terminar el segundo disco que saldrá a finales de este año.
Hari no ha dejado el cine y, por el contrario, cree que ambas industrias son muy similares y se combinan bien.
“En el sentido de la democratización de los medios a través del mundo digital, hay una oferta inconmensurable”.
Además, supo aprovechar su talento como cineasta para realizar el documental Mucho más lejos esta vez, en el que relata lo que pasó con Eurídice en los 80 y cómo ocurrió el reencuentro.
Se trata de un grupo con un sonido estudiado y maduro, así como con letras distintas a lo que se escucha actualmente; una propuesta musical a la que hay que no hay que perder de vista.