Que la única panadería japonesa de la ciudad esté en la calle de Tokio es una bonita casualidad, un golpe de suerte inmobiliaria de Ikumi Koshiishi y Carlos Herández, quienes pusieron este negocio hace un poco más de dos años con la intención de ofrecerle al público mexicano –y a los japoneses radicados en el DF que extrañan los sabores de su tierra– sus creaciones horneadas.
Hay panes salados que sirven como tentempié: el de tres quesos, el de elote con queso y mayonesa, el de salchicha (que viene con catsup y mayonesa integrados, casi casi como un jocho), el de curry o el de pizza (con jamón y salsa italiana). También venden un pan de caja artesanal para decirle adiós al de la tiendita. Las que más se antojan son las variedades dulces: el de turrón de almendra, el de frijol dulce, el de crema de queso y limón, el de manzana con crema dulce o las “conchas”, a las que llaman así por mera practicidad, porque no son iguales a las mexicanas.
Pero los panes más populares en Marukoshi son los de figuritas: pandas, osos y Totoros (sí, el personaje de Hayao Miyazaki en versión comestible), rellenos de chocolate o de crema dulce. Además de ser deliciosos, son tan bonitos que, irremediablemente, te hacen sonreir.
En el diminuto local tienen un pizarrón donde se anuncian actividades de la comunidad japonesa en México, así como clases de este idioma, por si tu fanatismo por esta cultura va más allá de la comida.
Marukoshi Bakery
Tokio 824, Portales; 2680 1625. Martes a sábado de 12 a 21 h.
FB: MarukoshiBakery.