El Ángel es uno de los monumentos más emblemáticos de nuestra nación y es usado como un ícono de la Ciudad de México, además de ser punto de encuentro para los festejos más importantes.
A través de los años, el Ángel ha sufrido una variedad de infortunios. Al comenzar su construcción, los ingenieros Gonzalo Garita y Manuel Gorozpe se dieron cuenta de que uno de los lados estaba sufriendo un hundimiento, por lo que tuvieron que derrumbar y comenzar desde cero el proyecto. Esto después de llevar 25 metros de la columna principal.
El Ángel fue inaugurado en 1910 por Porfirio Díaz, con motivo de la conmemoración del Centenario de la Independencia de México. El 2 de enero de 1902, bajo el gobierno de Díaz, se coloca la primera piedra que da inicio a la construcción de La Victoria Alada. Lo que hace único a este monumento es que dentro se guarda un cofre con el Acta de Independencia de México y monedas de cuño.
El monumento patrio vuelve a sufrir una adversidad en el año de 1957, cuando un sismo de 7.7 en la escala de Richter sucumbió la ciudad. La intensidad de este sismo provocó que la Victoria Alada cayera en pedazos, sin embargo, gracias a las remodelaciones que sufrió posteriormente, El Ángel resistió al sismo del 85.