Fotografía: cortesía. Texto por Miriam Jiménez.
“Además de no representar un gasto económico como las leches de fórmula, el estado de ánimo de mi nena es mucho mejor”
Las salas son áreas diseñadas para la extracción de leche materna, con medidas de higiene apropiadas y un espacio cómodo con privacidad que las ha convertido en aliadas de madres trabajadoras.
Un correo electrónico cambió la vivencia materna de Dulce Hernández, cuando supo que nunca más tendría que extraer la leche materna para su bebé en un baño o en un cuarto de archivo de la oficina en la que labora. De llevar a cabo este proceso en un espacio sin la privacidad ni la higiene necesaria para el proceso, ahora lo hace en uno de los seis lactarios de la red de hospitales de la Secretaría de Salud de la Ciudad de México (SEDESA).
“Uno de los principales beneficios que tenemos mi bebé y yo es la salud de mi hija, pues además de no representar un gasto económico como las leches de fórmula, el estado de ánimo de mi nena es mucho mejor, está más feliz y se ha hecho un mejor vínculo entre las dos”, explica a Máspormás. Secretaria de 29 años y madre de otra niña de dos años y medio a la que amamantó hasta los 24 meses, señala que toda su familia está feliz porque ahora puede ir a un lactario en su horario laboral, de 9:00 a 18:00 horas.
Este lugar, ubicado en la sede de la SEDESA en Tlatelolco, frente a las oficinas de Dulce, cuenta con medidas de higiene apropiadas y un espacio cómodo donde la privacidad le permite sentirse relajada, en consecuencia su leche tiene un mejor flujo y puede cumplir con la rutina alimenticia de su niña.
“Voy tres horas porque tengo que crear una rutina y son 15 minutos de un lado y 15 minutos del otro lado. La guardo en el refrigerador o traigo una hielera con gel congelado para que no cambie mucho la temperatura al hacer la extracción”.
Seis meses esenciales
La SEDESA cuenta con dos Bancos de Leche Materna y seis lactarios en su red de hospitales, los cuales han tenido una excelente aceptación, de acuerdo con la doctora Lucía Aguirre Antonio, directora de la Clínica Hospital “Emiliano Zapata”.
La especialista recuerda que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha dicho que la leche materna es el alimento ideal para la y el bebé, debido a que contiene los elementos nutritivos que necesita para su crecimiento y desarrollo, así como la protección contra la infecciones y alergias.
“Se recomienda que la lactancia se proporcione de forma exclusiva durante los primeros seis meses de vida de los menores ya que está demostrado que las niñas y los niños que fueron amamantados son menos propensos al sobrepeso u obesidad, y/o padecer diabetes”.
Aguirre Antonio comenta que su unidad médica obtuvo este año la nominación de “Hospital Amigo del Niño y de la Niña” por parte del Centro Nacional de Equidad de Género y Salud Reproductiva, que evaluó el cumplimiento de los 10 pasos para una lactancia exitosa.
También tomó en consideración tres anexos del Código Internacional de Comercialización de los Sucedáneos de la Leche Materna, además de recibir diversas capacitaciones enfocadas a promover en todo momento la lactancia materna, por sobre otro tipo de alimentación complementaria, como fórmulas o el uso de chupones.
“Los Bancos de Leche son una alternativa para que los bebés que están separados de su madre, no consuman sucedáneos de la leche y obtengan los beneficios de un alimento exclusivo y saludable con los nutrientes, vitaminas y anticuerpos que requieren”, apunta la profesional de la salud.
Salas de lactancia, sin costos elevados
De acuerdo con la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, la instalación de una sala de lactancia no representa un costo elevado para la organización que desee proporcionar esta prestación a las madres trabajadoras, ya que no necesariamente se requiere de un espacio nuevo.
Para ello, es posible acondicionar algún espacio existente, y así las mujeres trabajadoras en periodo de lactancia puedan extraer su leche durante su jornada laboral y procurar su conservación durante la misma.
Entre las especificaciones señaladas en la Guía para la Instalación y Funcionamiento de Salas de Lactancia de la SEDESA, dirigida a las empresas, están sillas ergonómicas, cómodas y lavables, mesas individuales, refrigerador con congelador independiente para conservar la leche y dispensador de agua potable.
También un fregadero con tarja, jabón líquido, toallas de papel, tomas de corriente (una por cada silla y una para el refrigerador), pizarrón blanco, plumones, bote de basura, una libreta o bitácora de registro de uso de la sala y etiquetas de identificación de nombre y fecha de extracción.
Dulce Hernández cuenta que en los lactarios oficiales también se imparten charlas sobre las ventajas de la leche materna, además de que se resuelven dudas en grupos de WhatsApp y comparten información.
“Me siento muy satisfecha por el trabajo que he hecho para que mi hija tenga una alimentación con leche materna y que en mi trabajo haya la posibilidad de continuar con esta etapa de mi vida”.
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