Fotografía: Cortesía
Las Quesadillas Gigantes Doña Tere (en Francisco I. Madero 42, barrio de Santa Crucita) son una delicia imperdible de Xochimilco, nadie se resiste a su tamaño de más de un metro de largo.
En nuestra capital a las quesadillas de enormes proporciones se les conoce como “machetes”. Aunque si hablamos de Xochimilco bien podríamos comenzar a llamarles “trajineras”, pues (en el mundo quesadillero) su tamaño es proporcional a este transporte.
Las quesadillas gigantes de Xochimilco (mejor conocidas por “Doña Tere”) son unas de las más grandes de toda la capirucha. Aquí no hay gato por liebre, pero sí quesadilla con guisado y quesillo. Ni hablar de la salsita roja y verde que ponen para bañarlas. Son tan pero tan grandes que hacen malabares para pasarlas de la prensa al comal y del comal a dos platos.
Aquí puedes elegir hasta tres guisados (además de agregar quesillo). Entre las opciones se encuentran chicharrón, tinga de res, picadillo, sesos, pancita y alambre. La flor de calabaza, el huitlacoche, los hongos y las hierbitas son cultivados en Xochimilco. También hay sopes sencillos, con bistec, longaniza o campechanos. Y el menú sigue con tacos.
Desde hace 45 años la familia Vargas ha preparado quesadillas. Tras enviudar muy joven, Doña Tere (originaria de Puebla) sacó adelante a sus hijos cuando llegaron a Xochimilco gracias a estas. Todos los días cocina los guisos con las que se rellenarán. Así, están hechas con amor de mamá.
Del mito a la leyenda
A pesar de ser enormes y bien servidas, cuenta el mito garnachero que un cliente bien hambriento llegó un día y destronó al resto de los clientes comelones del lugar. Llegó con tanta pero tanta hambre que pidió una quesadilla gigante, seguida de otra quesadilla más. No le bastó porque además pidió tortillas para comerse los restos de guisados que todavía nadaban en su enorme plato. Esta leyenda ha traído a un gran número de candidatos que buscan romper su récord. ¿Crees poder comerte más de una queca gigante?
*Texto adaptado para Máspormás