¡Ay nanita! Después de conocer la leyenda del Callejón del Aguacate, no cualquiera se atreverá a pasar de día.

Leyendas Chilangas: El Callejón del aguacate

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¡Ay nanita! Después de conocer las leyendas del Callejón del Aguacate, no te atreverás a pasar por ahí de noche, bueno, tampoco de día.

Se dice que las personas que viven y que han pasado por el Callejón del Aguacate, ubicado en el barrio de Santa Catarina en Coyoacán, han sido testigos de muchos acontecimientos inexplicables, por lo que creen que son manifestaciones del más allá.

La niña atropellada 

El lugar es obscuro y tétrico; en una de las esquinas se encuentra un altar a la Virgen de Guadalupe, mismo que fue testigo de una tragedia. Se dice que, en una ocasión, una pequeña niña de siete años transitaba por ahí, de pronto salió un carro y la arroyó, dejándola sola en el asfalto, hasta que minutos después murió.

Se cuenta que desde entonces, a partir de las tres de la mañana, se escuchan los lamentos desgarradores de una pequeñita e incluso hay algunas personas que aseguran haberla visto caminar mientras llora.

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El niño ahorcado

Miedo, fantasmas y leyendas

Otra de las historias que se cuentan —y que también es protagonizada por un infante— es la siguiente: en ese callejón vivió un militar; por las tardes paseaba por el rumbo portando de manera imponente su traje. De lejos, emocionado, un chiquillo lo admiraba; el soldado se percató del hecho, pero no le tomó importancia, ya que no era muy amigable y menos con los niños.

Sin embargo, el pequeño no perdió la oportunidad y se acercó a él para invitarle a jugar. El militar se molestó, pero el niño insistió, el adulto desesperado tomó al chiquillo y a golpes lo llevo a una de las esquinas del callejón donde se encontraba un frondoso árbol; amarró una soga  al cuello del pequeño y lo colgó justo en el árbol que esta detrás del altar. Comentan los vecinos que cuando han andado por ahí a altas horas han escuchado los gritos del niño.

Otras historias 

En el callejón también hay una casa abandonada. Algunos dicen que en ella hay un tesoro resguardado por un fantasma. A pesar de esa advertencia, algunas personas han querido sacar las riquezas, pero no han tenido éxito, lo único que se han llevado son desgracias, enfermedades, mala suerte y muerte.

Son muchas las leyendas que rondan a este lugar, una más dice que por las noches vaga un jinete vestido con ropa que data a la época de la Revolución, aunque hay testigos que aseguran que también de día se aparece esta alma en pena.

(Fotos: Cortesía)