Al volver al trabajo o escuela después de pasar unos días en la playa o de visita con tu familia te hace sentir único porque las vacaciones son amor, pero a todos les pasa lo que a ti
LA COMIDA
Sabes que la comida que encuentras en provincia la puedes hallar en algún restaurante del Centro, pero no es lo mismo que tu techo sea una palmera a una lámina de mercado.
¿NO SALISTE?
No saliste porque todo está lleno, dices. Te la pasaste arreglando la casa, pintando aquí y allá, barriendo, acomodando. ¿A quién quieres engañar, grinch vacacional? Nadie te invitó.
REDES
Compartir una y otra vez en tus redes sociales las fotos que tomaste en tus vacaciones no ayuda. Ese atardecer no aparecerá si llegas a los mil likes en Instagram. Pero inténtale.
EL ACENTITO
Nomás te vas una semana al norte y ya quieres llegar hablando golpeado y hacer carne asada a la primera provocación, pero no te hagas, a ti lo que te gusta son las guajolotas.
MADRUGAR
Te levantaste temprano en las vacaciones todos los días. Ah, pero el primer día de trabajo no te quieres parar. Es normal. Anímate y recuerda que el trabajo paga las pescadillas. O déjalo todo.
RECUERDITOS
Obviamente todo mundo sabe que un llaverito de Acapulco es lo que cualquier compañero de oficina o escuela estaba esperando a tu regreso. No, por favor no. Mejor saca los tamarindos.
TRÁFICO
La ola de gente que te encuentras al llegar al Metro y el flujo vehicular en Viaducto harán que casi llores al recordar las calles vacías de cualquier pueblo mágico.
LA ANÉCDOTA
Si vas a asegurar que lo que te pasó en las vacaciones es lo más divertido y gracioso, primero asegúrate que sí lo sea, porque a todo mundo lo ha revolcado una ola en el mar.