“Al que madruga Dios le ayuda”, dice el refrán. Qué bueno, porque levantarse temprano y salir antes de las 10 requiere de la intervención de un ser divino.
El frío
Acá siempre estamos a 25°C… excepto antes de las 10 de la mañana, cuando la temperatura glaciar te obliga a cargar
un chamarrón.
El tráfico
Si sales a las 9:45, llegas a las 10:45. Si sales a las 10, estás en tu destino a las 10:15. Científicos aún estudian este misterio del espacio-tiempo, sin éxito.
Los taxis
¿Ubicas los videos de gente agarrándose a trancazos por las ofertas del Black Friday? Así somos los defeños ante los taxis libres en las mañanas.
Mal humor
Ni siquiera las tortas de tamal verde y el champurrado en vaso de unicel contrarrestan el mal humor colectivo de los desmañanados.
El olor
Los mexicanos no olemos gacho, pero no falta que te toque viajar (en modo lata de sardinas) junto a quien se vació media botella de eau de godín.
Los demás
Que tú madrugues no quiere decir que los demás vayan a hacerlo. Puedes llegar a tu chamba, junta o trámite y quedarte como el gif de John Travolta.
El cambio
No importa la cantidad de papitas que compres en la tienda de conveniencia: a esas horas no te van a cambiar ese billete de $500.
La noche
Llegas a la noche sintiéndote como trapo, pero hay tantas cosas que hacer en el DF que no puedes desaprovecharlas… aunque tengas que madrugar al otro día.