Muestrario de rocas
Porque no hay entrada de Wikipedia que explique con suficiente precisión la diferencia entre la diorita y la diatomita, todavía venden estas minicolecciones de minerales. Era superemocionante cuando te lo pedían.
Acuarelas de cartoncito
Eran chafas y siempre traían un pincelito despeluchado con el que era imposible hacer trazos precisos. El cartón se mojaba y se deshacía. Había unas con un perrito. No faltaba el niño fresa que llevaba unas bien finas en cajita y era la envidia del salón.
Goma “de migajón”
El complemento obligado para el lápiz del número 2 1/2. Cuando estabas aprendiendo a dibujar borrabas un millón de veces y terminaba lleno de migajitas y con un papel gris. Olía riquísimo y mordisquearla era lo máximo.
Sacapuntas de metal
Lo peor que te podía pasar era perderlo, porque era “de los buenos” y tus papás te regañaban un montón porque “era muy caro”. Una de las armas más peligrosas en las batallas campales: te dejaba todo abollado si te caía en la cabeza. Tu mamá te lo quitaba para sacarle punta a sus delineadores.
Lápices de colores “Mapita”
Eran como clavos con tantiiiito pigmento. No había manera de que los dibujos quedaran lindos, porque se veían todos desteñidos y las plastas de color disparejas. Pero eso sí: promovían el nacionalismo y servían de acordeón para el examen de geografía.
Tijeras Barrilito
Las típicas “de punta chatita” que “Cositas” nos invitaba a usar para hacer sus manualidades, no nos fuéramos a cortar. Obviamente cortaban el papel como mordida de burro, y si querías usarlas en otro material era una batalla perdida. Han mejorado con los años, debemos reconocerlo.
Marcador de cera
Este lápiz rojo, con el curioso sistema de sacapuntas con un hiloto, era como una crayola “para adultos”. La pedían como parte de la lista de útiles pero tú nunca lo usabas: era para la maestra, para que te pusiera tus CEROS CON LETRA y sus comentarios horribles sobre tu tarea.
Bicolor
Era una tontería: te obligaban a poner las mayúsculas y los signos de puntuación con rojo, pero nada con azul. Al final sólo se acababa uno de los lados y tenías que comprar un bicolor nuevo. ¿Por qué no pedir un lápiz rojo y ya? Una trastada más de la malvada Conspiración de Adultos para Molestar a los Niños A.C.
(Tamara De Anda)
