“¿Cómo están todos esta noche? Es un gusto verlos. Nadie se apanique, todos relájense. Sin presión, no es la gran cosa, todo está bien. El concierto de esta noche está dedicado al nivel Death Star de la edición Star Wars de Angry Birds que, sin intentarlo, lo terminé en el Metro de camino hacia acá”.
Con esas palabras, el cantautor Ryan Adams inicia dos largas funciones —registradas ambas en este disco— que en total suman más de tres horas y media durante las cuales, únicamente con su guitarra en mano —a veces un piano—, alternará piezas claves de su vasto repertorio con algún cover sorprendente y chistes de regular nivel en el legendario escenario del Carnegie Hall de Nueva York.
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Para los no iniciados puede resultar una suerte de tarea imposible escuchar el álbum completo en una sola sentada. Vale la pena intentarlo. Se trata de un tipo que durante dos décadas ha descifrado el oficio de compositor, corriendo riesgos, dando giros atrevidos y desconcertando, no en pocas ocasiones, a sus más fieles seguidores.
Y aquí, en este documento, está destilada su quintaescencia. vale la pena escucharlo.
(Rulo / @ruleiro)