Fotografía: cortesía
El presidente del Poder Judicial de la Ciudad de México destaca el reto de implementar el nuevo código, pero confía en la preparación de los jueces y el apoyo de los empleados para lograrlo.
El presidente del Poder Judicial de la Ciudad de México (PJCDMX), el magistrado Rafael Guerra Álvarez, reconoció el gran desafío que representa la implementación del Código Nacional de Procedimientos Civiles y Familiares. Sin embargo, confía en que, con la experiencia de los jueces y el apoyo de los trabajadores, la institución saldrá adelante. Se espera que para enero de 2024, dos mil 500 empleados de apoyo judicial estén capacitados en estas materias.
Durante una visita de trabajo a los juzgados civiles de primera instancia, Guerra Álvarez destacó la importancia de los trabajadores como “cimiento” de la institución. Aunque reconoce la experiencia de los impartidores de justicia, enfatizó que es necesario adaptar los procesos a la oralidad, ya que el cambio de paradigma es inevitable.
El magistrado resaltó que se está formando una comisión al interior de la institución para supervisar la implementación del nuevo código. Además, se ofrecerá capacitación con docentes extranjeros con experiencia en la materia, con el objetivo de preparar a los jueces para los cambios que se avecinan.
A diferencia del proceso de implementación del sistema procesal penal acusatorio, que duró ocho años, el Código Nacional de Procedimientos Civiles y Familiares tiene un plazo más corto de solo cuatro años. Esta agilidad en el proceso implica un mayor desafío para el Poder Judicial de la Ciudad de México.
Durante su recorrido por los juzgados civiles, Guerra Álvarez también destacó el trabajo realizado en la digitalización de expedientes. En uno de los edificios, se informó que se han digitalizado más de 167 mil expedientes, con millones de fojas e imágenes. El magistrado expresó su compromiso de seguir fortaleciendo estos esfuerzos.
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