Fotografía: Shutterstock
Cuando reflexionamos sobre lo que realizamos a diario y qué alimentos estímulos nos permitimos recibir, hay que considerar su relevancia porque estas decisiones construyen nuestro futuro. Por eso es indispensable el autocuidado. El doctor Robert E. Svoboda, experto en medicina ayurveda, nos explica los fundamentos de la vida para profundizar en el tema:
1. La vida es una relación.
Los seres humanos dependemos de alimentos, luz, sonido, y otros nutrientes que recibimos de fuentes externas, pero también nosotros impactamos al mundo que nos rodea a través de nuestros movimientos, creaciones, mensajes, decisiones y demás acciones: qué le damos o hacemos a los demás. Laverdadera salud depende del equilibrio dinámico entre estos flujos.
2. La relación más importante es con uno mismo.
Muchos de nosotros pasamos la vida buscando que algo externo (una persona, un trabajo o cualquier otro objeto supla nuestras imperfecciones) nos de un sentido de satisfacción total. Sin embargo, nada externo a nosotros nos lo puede dar, porque todo lo que está afuera de nosotros mismos lo podemos perder. Por lo tanto, en lo que podemos confiar es en nuestro cuerpo, nuestra mente, emociones y espíritu. Por eso mismo “el camino de la salud es un camino de autoconocimiento.”
3. El ser humano es un complejo de mente, cuerpo y espíritu.
Dice Svoboda que no podemos negar que la conciencia también tiene un
impacto sobre el cuerpo y la mente, así como que cada pensamiento influye al cuerpo y que todo lo que entra al cuerpo, afecta la mente. Los tres aspectos están interrelacionados entre sí.
4. La materia viene de la conciencia.
El universo material evolucionó de la conciencia y continúa evolucionando de la acción de la conciencia. La conciencia se expresa a sí misma a través de todo lo que existe. Nuestra mente despierta ve una realidad, la mente subconsciente otra y la mente inconsciente otra. Inclusive, dice Svoboda, las células individuales poseen su propia conciencia.
5. Hay interacción e influencia de todos los flujos de un organismo.
El flujo de influencia va de lo sutil a lo denso. A donde va la mente va el prana (fuerza vital) y quien puede dirigir el prana a sus órganos, puede dirigir la mente a ese punto. Cuando conectamos con el alma, la forma más sutil de prana, puede estimular la mente de forma más eficiente que si dirigimos a la mente, prana o cuerpo para motivar al alma.
Texto por Ana Paula Domínguez
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