Entre ruinas, escombros y abandono, así es como por años han permanecido estos sitios de la CDMX y que son dignos de visitar sólo por simple curiosidad
AL NORTE
APOCALÍPTICO
VÍAS DEL TREN
Eje 4 Nte. Calz. Azcapotzalco la Villa s/n
Cerca de la estación Fortuna del Tren Suburbano, se ubica este lugar que combina un solitario escenario con las vías del tren que aún circula por ahí; pero lo que lo hace aún más sombrío son los grandes contenedores de los trenes, parece que llevaran años abandonados y que nadie se ha molestado en quitarlos de ahí.
AL ESTE
ESCENARIO TERRORÍFICO
CEMENTERIO DE AVIONES
Av. Cap. Piloto Aviador Carlos León s/n, Peñón de los baños. Venustiano Carranza
Aquí permanecen las aeronaves que agotaron su vida útil, que están dañadas y en las que el paso del tiempo ha dejado su rastro entre óxido; hay partes de aviones, mugre y un aspecto sombrío. La próxima vez que tomes un avión en el AICM, asómate por ventana y podrás ver parte de este cementerio de aviones que bien podría ser el escenario de una película de terror.
AL CENTRO
LUJO ABANDONADO
CINE ÓPERA
Serapio Rendón 9, San Rafael
Fue uno de los cines más populares de la capital durante varias décadas. Su fachada lo convertía en todo un símbolo del estilo art decó, incluso en su interior tuvo mobiliario y revestimientos lujosos como candiles de bronce y cristal.
AL OESTE
SÓLO LOS RECUERDOS
BALNEARIO LA OLA
José María Velasco 130, Lomas Altas, tercera sección de Chapultepec
Pareciera un parque acuático olvidado tras una tragedia nuclear, pero no, es el sitio que en sus mejores épocas recibía a miles de chilangos cada Semana Santa, quienes abarrotaban las albercas y los toboganes. Ahora está olvidado y lleno de basura. Cuenta con más de 10 mil metros cuadrados que hoy sólo resguardan aparatos oxidados, incluso su fachada de tablaroca está completamente deteriorada.
AL SUR
CRIMEN Y OLVIDO
EDIFICIO CANADÁ
Insurgentes 300, colonia Roma, delegación Cuauhtémoc.
Fue uno de los primeros condominios altos de la ciudad e incluso tenía su propio helipuerto. Tras los sismos de 1985, el edificio quedó prácticamente deshabitado en su mayoría y en el año de 1995, volvió a ser el centro de las miradas chilangas cuando fue asesinado, en su despacho, el magistrado Abraham Polo Uscanga.