Si la pequeña ciudad de Hawkins en Indiana fue el escenario perfecto para desarrollar una historia de desapariciones, monstruos y dimensiones ocultas, por qué la CDMX no podría ser la locación para la segunda temporada de esta serie, total, acá ya suceden cosas extrañas y que nunca logramos resolver.
Aquí algunos lugares de la ciudad que son perfectos para desarrollar historias de ciencia ficción.
El Desierto de los Leones
Es uno de los Parques Nacionales con los que cuenta la CDMX, sin embargo su ubicación hace que pocos se atrevan a visitarlo, por lo que casi siempre está desértico y es perfecto para que un ser monstruoso lo use de guarida. En sus más de mil 800 hectáreas cualquiera puede terminar perdido, además tiene sitios que despiertan un poco de misterio, como el ex convento de los carmelitas descalzos y las Ermitas que se encuentran ocultas en medio de la espesura del bosque.
La Línea 7 del Metro
Cada vez que entramos a esta Línea sentimos como si estuviéramos a punto de cruzar a otra dimensión o por lo menos de llegar al centro de la Tierra. A eso hay que sumarle las extrañas condiciones que prevalecen en ese lugar, como la temperatura, no importa en qué época del año nos encontremos, en ese lugar siempre hay un inexplicable calor. Bien podría ser parte de una dimensión oculta, en donde los chilangos se transforman cada vez que entran, de ahí que todas las mañanas los godínez vayan con cara de pocos amigos.
Los Pinos
Lo que ocurre detrás de las paredes de la residencia presidencial es todo un misterio, dentro se gestan los planes más siniestros. Hasta podrían estar ocultando a una bestia con la que pretendan atemorizar a los mexicanos, así como en el Laboratorio que despertó al Demogorgon. Bueno, en realidad no estamos seguros de si ya existe.
La Estela de Luz
Podría ser el portal de entrada a otra dimensión, así como el árbol por donde Nancy logra entrar al mundo del Demogorgon en busca de su amiga Barb. Por lo menos justificaríamos la construcción de este monumento que lleva años funcionando como un simple objeto de decoración. Aunque pensándolo mejor, también podría servir para que aquellos que se encuentren atrapados se comuniquen con sus familiares en el exterior, así ya no se necesitaría de cientos de luces navideñas.