Fotografía: Cortesía. Texto por Miriam Jiménez
Actualmente en la CDMX hay más de 25 PILARES que ofrecen talleres y programas para terminar la primaria, secundaria y preparatoria. “Si yo puedo, tú puedes”, dijo María Guadalupe, una mamá que asiste a estos centros comunitarios.
A cuatro años de ponerse en marcha el programa social de Puntos de Innovación, Libertad, Artes y Saberes (PILARES), con el objetivo de otorgar actividades de aprendizaje, culturales y deportivas, y con presencia en las 16 alcaldías de la Ciudad de México, Máspormás tuvo la oportunidad de acercarse a aquellas mamás que han cambiado su vida a partir de asistieron a los talleres impartidos por el Gobierno local.
SER UN EJEMPLO
María Guadalupe Ramírez tuvo que dejar de estudiar a partir del primer semestre de preparatoria porque fue mamá muy joven y se dedicó 100% al cuidado de sus hijas; actualmente una de ellas es contadora y la otra está por concluir sus estudios en medicina. Ahora que sus hijas son grandes, María quiere terminar la preparatoria. “Yo las ayudé en su momento porque eran pequeñas, y ahora me toca a mí”. En 2019, encontró a los profesores de PILARES repartiendo folletos e información sobre las actividades y talleres que impartían. Así se dio cuenta de que daban asesorías para terminar la primaria, secundaria y preparatoria. María Guadalupe se inscribió al sistema abierto de la Secretaría de Educación Pública (SEP) para terminar la preparatoria, pero al ser una modalidad autodidacta, dejó para el final las materias de matemáticas y al mismo tiempo comenzó a tomar clases con la maestra Ana Helice Rodrigo Espinosa. El aprendizaje que obtuvo en PILARES es algo que ya se refleja en su educación y relaciones familiares, y se siente muy orgullosa cada vez que alguno de sus sobrinos se acerca a ella para preguntarle cómo puede resolver algún problema matemático.
CALIDAD DE VIDA = DEPORTE
Angélica Bautista es una mamá soltera que todos los días caminaba junto a su hija Geraldin, rumbo al metro Insurgentes, hasta que se percató que había un espacio llamado PILARES y se acercó a preguntar qué actividades se impartían, y se enteró de que todas son gratuitas. “Dentro de las actividades yo buscaba algo para mi hija”. Hace tres años que Geraldine comenzó a practicar Taekwondo, y Angelica ha notado que su hija es más disciplinada y responsable ya que se toma la actividad con seriedad. El tiempo que ambas pasaban frente al celular fue lo que motivó a Angelica a buscar actividades fuera de casa de manera segura y sobre todo, accesibles a su economía. En cuanto al desarrollo personal de Angie, ella siente que PILARES influye en la forma en que pasa tiempo de calidad con su hija y al mismo tiempo, se da un espacio para ella, una vez que Karla Reyes Camacho, Directora de Pilares Insurgentes, le hizo la invitación para que ella también tomara algún taller mientras esperaba a su hija. El primer taller que tomó fue joyería; su objetivo es proveer el material y el conocimiento para confeccionar un collar o una pulsera, y posteriormente emprender un negocio. Angie mantiene en pausa este proyecto mientras recauda el capital suficiente para invertir en el material.
CAMBIO PERSONAL, MENTAL Y SALUD
Guadalupe Rodríguez es cabeza de familia. Su hija y su mamá dependen económicamente de ella y la primera vez que llegaron a PILARES fue para que la niña de 9 años comenzara clases de Tae Kwon Do. Al llegar a las instalaciones se dieron cuenta que también había talleres para su mamá y para ella. “Al encontrar PILARES he encontrado otra vida”, y es que Guadalupe se siente más segura de sí misma, tanto en lo social como en lo económico, debido a que toma los talleres Charlas de Café y Joyería. Pese a que Guadalupe tiene toda la intención de concluir su educación preparatoria, por ahora no puede seguir los pasos de su compañera María Guadalupe Ramírez, ya que no cuenta con el tiempo y los recursos económicos para hacerlo al ser el único sostén económico de casa. No obstante, no pierde el ímpetu de hacerlo en un futuro cercano. Guadalupe asegura que el cambio en su vida desde que llegó a PILARES es notable, y aunque comparte el espacio con su hija y su mamá, cada una está enfocada en sus propios talleres y el tiempo que duran las actividades es algo que se refleja en ella como mujer.
MADRES E HIJAS SEGURAS
Cada una, desde su experiencia, coincide en que asistir con sus hijas a PILARES las hace sentir seguras. Algo que las motiva a continuar con sus talleres es el trato, conocimiento y experiencia de los profesores, quienes están dispuestos a compartirlos desde el respeto, la empatía y la igualdad sin importar el estrato social, la edad o el género. Las tres, por convicción propia, han invitado a sus amistades y conocidos a PILARES para que conozcan la oferta de actividades y talleres que se imparten de manera gratuita de lunes a sábado en todas las sedes de la entidad.
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