Fotografía: Cuartoscuro
Su madre, Irinea Buendía buscó que el caso de su hija no quedara impune en 2015, la Suprema Corte emitió una sentencia histórica para que se abriera e investigara como feminicidio.
Trece años tuvieron que pasar para que Mariana Lima Buendía, víctima de feminicidio por parte de su esposo Julio César Hernández Ballinas, obtuviera justicia. Lo que parecía imposible en esta áspera batalla legal, por fin se logró: 70 años en prisión fue lo que dictó el Juez Sergio Beristain González, del Poder Judicial del Estado de México, para el expolicía ministerial. La sentencia hubiera sido imposible sin la lucha emprendida por sus padres, Irinea Buendía y Lauro Lima, quienes desde el principio demostraron que el agresor buscó pasar el caso comoun suicidio.
Los hechos ocurrieron el 28 de junio de 2010, en Chimalhuacán.
De acuerdo con su versión, ese día llegó en la madrugada a su casa y como no traía llaves, tocó en varias ocasiones; al no tener respuesta, se metió por la ventana. Una vez dentro, encontró a Mariana colgada de un ligero cordón que tenía una armella. La mentira se cayó cinco años después, luego de que la Suprema Corte otorgó un amparo a Irinea y ordenó a la Procuraduría Estatal rehacer la investigación bajo la hipótesis de feminicidio y aplicando la perspectiva de género. Cuando la joven de 29 años fue asesinada, los feminicidios no se sancionaban como delito en México. A partir de ahí, todo empezó a cambiar.
Múltiples violencias
Irinea Buendía ha señalado en varias ocasiones que durante los 18 meses de matrimonio, su hija fue víctima de vio-lencia verbal, económica, física y sexual por parte de Julio César. Incluso, se dice que Mariana habría manifestado que su esposo la amenazaba con matarla a golpes con un bate y meterla a la cisterna como habría hecho con otras mujeres.
Irinea se ha convertido en símbolo de la lucha contra los feminicidios en México. Fue ella quien cambió el modo de investigar estos crímenes.