Metamorfosis relacionales y los horizontes en el amor

Por: Redacción
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En una sociedad tan en constante evolución y cambio, es crucial estar dispuestxs a cuestionar las normas convencionales en lo que respecta a nuestras relaciones sexoafectivas

La monogamia es un sistema de relación o estructura sexoafectiva en la que una persona se compromete a tener una sola pareja con exclusividad sexual y emocional durante todo el tiempo que permanezcan juntas. Ésta es una de las formas más tradicionales de relación y es practicada en muchas culturas, mas no en todas.

El estigma y el desconocimiento que rodean a esquemas de relaciones que no son monógamas (como las relaciones abiertas o el poliamor) han sido obstáculos persistentes para quienes buscan conexiones fuera de la convención y quieren experimentar relaciones consensuadas donde la honestidad, la comunicación y el respeto sean los pilares fundamentales. Para entender la importancia de tocar estos temas, el psicólogo y sexólogo César Galicia (IG: @cesargalicia) responde algunas de las dudas más comunes que surgen para +Chilango.

Además de la monogamia, ¿qué otro tipo de esquemas sexoafectivos existen?


En realidad existen tantas formas de relacionarnos afectivamente como personas existen en el mundo. Aunque suene a cursilería, en realidad lo digo buscando precisión: como describió Brigitte Vasallo, la monogamia, más que una forma de relacionarse, se trata de una forma de pensamiento que establece a las relaciones de pareja en una jerarquía superior respecto a otras relaciones y que otorga la ilusión de una forma “normal” y uniforme de relacionarse.

Dicho eso, existen también varias formas de relaciones no monógamas (abiertas, poliamorosas, anárquicas) que pueden o no cuestionar esa jerarquía y pueden o no explorar distintas formas de vincularse sexoafectivamente.

¿Por qué hablar de estos temas sigue siendo un tabú para gran parte de las personas?


Porque la monogamia es un eje central de la sociedad, incluso si no siempre se considera así de manera consciente. Esto es debido a que la familia (heterosexual, con hijos, monógama, de clase media, etcétera) se considera el “núcleo” de la sociedad y la monogamia se considera el pegamento de esa familia, esa cosa que, de respetarse, demuestra que el matrimonio que la encabeza es saludable y que, si se rompe, significa que se ha cometido la trasgresión más grande posible.

Además, la monogamia como pensamiento ayuda a preservar otras cuestiones relacionadas como el patriarcado, la idea de que sólo existen dos géneros (binarismo), los derechos que sólo se conceden en matrimonio, etcétera.

¿Qué sería lo más importante a no perder de vista si queremos probar con otras estructuras en nuestras relaciones?


Que son perspectivas que permiten explorar las relaciones de modos distintos a los tradicionales y que, a través de recorrer esos caminos, podemos llegar a diseñar relaciones que vayan más a nuestra medida y que sean más responsables y amorosas. Sin embargo, por sí mismas, no son ninguna solución. Toda forma de violencia que veamos presente en las relaciones monógamas puede ser repetida en una relación no monógama.

Para llevarlas de manera amorosa y saludable, necesitamos no sólo otorgar flexibilidad respecto a los acuerdos de exclusividad sexual o afectiva, sino hacer el trabajo necesario para poder vincularnos desde lugares más responsables, amorosos, compasivos y empáticos.

¿A qué crees que se debe el auge actual por el interés en estos otros esquemas?


Pienso que debido a que el sistema monógamo ha demostrado ser un sistema social fallido, en el sentido de que no responde a los deseos y necesidades de muchas personas, y que además perpetúa varias formas de opresión y violencia. Creo que muchas personas sentimos el deseo de explorar nuestras relaciones desde lados distintos a los que vemos que no les han servido a quienes nos rodean.

La monogamia es uno de muchos ejes relaciones que, hoy en día, las personas están cuestionando. Creo que la trasgresión se vuelve muy llamativa en la medida de que la monogamia es un eje tan central de la sociedad.


El amor no se limita


Uno de los mayores desafíos es el temor al juicio social y la discriminación: las personas que optan por estructuras no monógamas a menudo enfrentan muchos prejuicios. Es esencial recordar que el amor y la felicidad pueden florecer en diversas formas de relación, siempre y cuando todas las partes involucradas estén en común acuerdo, y es la diversidad de esquemas la que permite a las personas explorar su identidad y sus deseos de manera auténtica. La CDMX trae consigo un crisol de culturas y perspectivas y nuestras relaciones sexoafectivas también reflejan esa diversidad.