Platicamos sobre cine con el director chilango, quien acaba de ganar el Premio especial del jurado en el festival de Cannes por la cinta Las hijas de Abril, la cual se estrena el 30 de junio en nuestro país
Uno de los nombres que más suena en el cine mexicano actual es Michel Franco, quien recientemente fue galardonado en el Festival de Cannes gracias a la cinta Las hijas de Abril; sin embargo, el joven cineasta afirma que quien ganó no fue él, sino la película.
La historia se centra en la relación de dos hermanas y su madre; la menor, que tiene 17 años, está embarazada y desde ahí surge una serie de conflictos. “Siempre me interesan los personajes femeninos —cuenta Franco—. La idea nació cuando vi a una chavita embarazada y empecé a preguntarme cuál era el futuro del bebé, de ella. Por un lado se veía llena de vida, había algo positivo; por otro, su situación parecía muy complicada. Comencé a pensar en el papel de la mamá y abuela. Me llama la atención la cantidad de mujeres y hombres que se niegan a aceptar que ya no tienen la edad que ahora tienen sus hijos y que compiten con ellos. Esa combinación de elementos me pareció interesante para escribir la película, pero desde el punto de vista femenino”.
¿Fue muy complicado escribir desde esta perspectiva?
El trabajo de guion es muy importante. Me pasé escribiendo más de un año e hice muchos tratamientos de la película. Escucho mucho a los actores y reescribo según lo que platico con ellos. Tomo muy en cuenta sus opiniones cuando siento que entienden bien lo que quiero contar, así se va nutriendo el proyecto. Además, soy muy observador, trato de buscar en la vida cotidiana personajes similares y de entenderlos.
Michel luce contento por la buena crítica que ha tenido la película. Relajado y con cierta sorpresa cuenta que para él fue una casualidad que Las hijas de Abril se estrene en el país un mes después de ganar en Cannes. En algunas ocasiones ha dicho que le gusta compartir la cinta con nuestro país y, para demostrarlo, se hizo “un esfuerzo para proyectar la película de manera simultánea en Cannes y en México. Esa es mi manera de dejar claro que me importa tanto una proyección aquí como la de Francia. Para que la película exista, debe de tener público en México. Sería absurdo decir que estoy contento con el premio y con el festival, y que lo demás no me importara”, cuenta el director.
Hay gente que afirma que estamos en una nueva etapa del cine de oro mexicano. ¿Estás de acuerdo?
Yo creo que esta etapa es mucho mejor. Claro que hay muy buen cine de esa época y directores importantes como el Indio Fernández, Ismael Rodríguez, obviamente Buñuel, Bracho; pero creo que ahora hay más diversidad. Ahora el cine mexicano está a la vanguardia del cine internacional, cosa que no pasó en aquel entonces.
¿En México se ve más comedia que, por ejemplo, cine de “arte”?
El cine solo vale la pena cuando encuentra su público. Una película sin público es como si no existiera. Las etiquetas de cine de arte solo logran que las películas no lleguen a la gente. A mí me enorgullece mucho que Después de Lucía tuvo más de un millón de espectadores. Invito a la gente a ver Las hijas de Abril no porque ganó un premio o por la crítica internacional, sino porque se va a ver reflejada en los personajes y porque es mexicana.
¿Es difícil hacer cine en México?
Es difícil hacer cine en cualquier lugar. Lo más complicado es empezar a entender qué película quieres hacer y después escribirla. Encontrar el dinero y convencer a la gente también es otro rollo complicado. En México, gracias a los incentivos que hay del Eficine, ha mejorado y por eso la industria ha crecido en los últimos años, pero siempre está la amenaza de los recortes y eso sería trágico, sería un retroceso tremendo.
¿En el ámbito cinematográfico mexicano hay igualdad de género?
Hay mujeres. Está Elisa Miller, que es muy talentosa, Mariana Chenillo… hay productoras como Bertha Navarro, Tita Lombardo, pero claro que sigue siendo disparejo y, sin duda, tendría que haber más directoras.
La actriz Uma Thurman fue la presidenta del jurado de Cannes en la edición de este año, ¿qué significó para ti?
Fue una suerte tremenda. Es una actriz que admiro mucho. Soy de la generación que creció con Pulp Fiction, me encanta su trabajo en muchas películas.
Aprovechaste la oportunidad para invitar a Uma a trabajar en un nuevo proyecto juntos…
La verdad no tengo idea de qué proyecto sería. Me interesa mucho sentarme con ella a platicar y escuchar qué inquietudes tiene, conocerla un poco más.
¿Qué le dirías a los jóvenes que sueñan con convertirse en cineastas?
Que hagan cortometrajes. Que se tomen menos en serio la escuela y la teoría, y más en serio la práctica. El cine solo se aprende haciéndolo. Hay que ver mucho cine también, pero sobre todo hay que practicarlo y ahí es cuando a prueba y error te vuelves director.
(Foto: Lulú Urdapilleta)