La fiesta de graduación es un hermoso momento donde festejamos que culminamos una etapa de nuestra vida. Aunque debería ser perfecto y nos esforzamos mucho para que así sea, la fiesta de siempre está plagada de momentos chuscos o pequeños imprevistos que nos provocan micro infartos.
El “ajuar” ya no te queda.
Lo compraste con tanta anticipación que el día de la fiesta ya no te queda el vestido o el traje (Nooo, mis 8 mil pesos gastados), por lo que tienes que hacer ajustes a última hora para usarlo. ¡Entras porque entras!
Transporte a la fiesta.
A muchos no nos alcanzó para la limosina o el carro calabaza y no tuvimos de otra que tomar transporte público con todo y atuendo. Después de soportar la mirada de los curiosos, esquivar puestos y transbordar tres veces en el metro, ¡entramos triunfalmente al salón!
Paso en falso.
A una de las graduadas, que en su vida ha usado tacones, se le ocurrió que la fiesta de graduación sería buen momento para comenzar a hacerlo. ¿El resultado? tropiezos, caídas, postura graciosa y dolor de pies. Lo mejor es que al final del festejo todas se despiden de los tacones y terminan bailando con sandalias, pantunflas o descalzas.
Fotos vergonzosas
Ahora con tanta tecnología es muy habitual que en la fiesta pongan un pequeño video con fotografías tuyas en compañía de tus amigos. Aunque tú escogiste aquellas donde salías menos ‘pior’, a tu mejor amigo se le ocurrió que sería buena idea poner tus peores momentos y mostrarlas ante todo mundo.
El que llevó a toda su familia.
Para algunos la graduación es un momento tan importante que invitaron hasta el tío que no han visto desde que tenían 3 años y que vive en Tijuana. Piden tres mesas para acomodar a su familia y cuando el hombre del micrófono lo nombra medio salón aplaude y le echa porras, hasta parece su fiesta de XV años.
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Borracho incómodo.
Es de ley, todas las fiestas sin importar su tipo no falta el mala copa. En las fiestas de graduaciones afirma mil veces que extrañará a todos y que durante el curso escolar fueron unos excelentes compañeros, aunque nunca se hablaron.
Improvisación con los graduados.
Algunos organizadores ponen a los graduados a cantar, bailar y hasta interpretar ante todos las canciones de Onda Vaselina o Timbiriche con sus respectivas caracterizaciones. Naturalmente los festejados ponen todo su empeño para cantar a todo pulmón y mostrar sus dotes histriónicos. Acéptalo, por más pena que te dé, terminarás arriba del escenario.
Mariachi.
¿A dónde irááááááán las golondriiinaas? Ya todos con unos tragos encima, se emocionan muchísimo cuando llega el mariachi y por alguna extraña razón toodos quieren cantar con ellos, incluso algunos sacan sus mejores pasos de baile tradicional mexicano y lo presumen con todo mundo.
Despedidas.
“Te voy a extrañar mucho”, “Seguiremos en contacto”. ¡Mentiras! Aunque se prometan mil veces que se volverán a ver, es muy raro encontrarse con compañeros de la escuela. Ya sea porque conoces a más gente, encuentras otras ocupaciones o las palabras no eran muy sinceras, simplemente le pierdes el rastro a muchos amigos.
El adiós
Entonces una luz te ilumina y caes en un momento de reflexión. Entiendes que culminaste una etapa importante y estás a punto de enfrentarte a nuevos retos como conseguir uno de tus primeros empleos formales…incluso hasta pasar las materias que reprobaste. Miras a tus compañeros y te das cuenta que aunque tal vez no los trataste o no se llevaban bien formaron parte de tu vida escolar y hasta piensas que probablemente no los odiabas tanto.