Manual para callar mujeres

Ciudad

Estas son las instrucciones para tratar a las mujeres mexicanas de acuerdo al Evangelio según San Juan Dabdoub

Hombre, género divino

Para empezar, es importante ser hombre. Hombre hombre. No puto, ni esas cosas del diablo que dan asquito y que provocan expresiones de debilidad como GuácalaQuéRico. Recuerde que los hombres somos superiores a ellas en todos los sentidos. Nosotros nos merecemos a todas; ellas no nos merecen.

Fama y notoriedad

Para adquirir mayor notoriedad, es indispensable formar parte de alguna organización que llame la atención y sirva para atraer dinero. Disfrazados de santos, capten recursos sin transparentar, llámense Consejo Mexicano de la Familia y dedíquense a educar al mundo con misoginia, ignorancia y violencia.

Autobús de la impunidad

Al puro estilo antiguo, vaya por todos los rincones del mundo en una caravana. Compre un autobús y convoque a toda la gente a seguir su sendero. Haga paradas en todas las ciudades, los pueblos y las montañas, y no se detenga hasta cumplir su misión: llevar la supremacía masculina al máximo.

Mano larga

Si alguna mujer, género menor, impío, una pecadora, sonsa, inútil, buena para tener hijos, osa interrumpir su caravana del odio, misoginia y homofobia, entonces tendrá el derecho de callarla. De taparle el hocico con su “mano larga”, como lo hizo nuestro ¡Oh, líder Juan Dabdoub!

El cielo es nuestro

Así, nuestra misión en el mundo se cumplirá: desaparecer a las mujeres. Sí, porque con acciones como callarle la boca a una mujer daremos pie a otras, como la violencia de género, que provocarán la muerte de aquellas en contra de obedecernos. Por algo somos El Consejo Mexicano de la Familia.

Foto: Cuartoscuro