¿Cómo podíamos entretenernos con estas cosas? Ah, fácil, es que no había tabletas, teléfonos inteligentes, WiFi en la calle ni Snapchat
Tetris pirata
Este prodigio de la tecnología contenía mil variaciones de “juego tipo Tetris”, que eran una soberana tontería. Te enviciabas igual que con un GameBoy por una fracción del precio.
Juego de agua
Antes del Nintendo, los pixeles eran sustituidos por aros y bolitas de plástico, agua y burbujas. Estos jueguitos eran complicadísimos y terminabas botándolos por frustración.
Pescaditos
Estos animalitos de cuerda abrían y cerraban la boca. Tú tenías que “pescarlos” con una cuerda que en la punta tenía un imán. Era tan bobo que la diversión duraba poco.
Cubo de Rubik
Aunque siguen siendo hermosos como objeto decorativo, el ser humano promedio jamás logra descifrar el misterio y termina resolviéndolo despegando y pegando los cuadritos de colores.
Magicuentos
Porque qué flojera dibujar tus propias historias: ¡mejor pega las estampitas sobre un escenario predeterminado! Lo más divertido era partirlas a la mitad y mezclar personajes.
Numeritos
El primo no tan complejo del Cubo de Rubik. Los impedidos para las matemáticas también terminaban despanzurrándolo para volverlo a armar en orden. Era lo peor que te podía tocar en una piñata.
Tamagotchi
Tener un perro o un gato era demasiado aburrido ante la idea de tener una mascota virtual… que invariablemente se moría por tu falta de cuidados. ¿O habrá un Tamagotchi mayor de edad para contarlo?
Balero
Ningún niño quería esto, pero los papás lo compraban “para preservar nuestras tradiciones”. El balero no sólo era difícil de jugar, ¡sino peligrosísimo! Te pegabas en la cabeza con él y veías estrellitas.