El actor, de 27 años, nos cuenta lo que para él significa interpretar a Víctor, un inmigrante adicto a las drogas, cómo se preparó para ello y su visión sobre la fe

Patrick es un joven actor mexicano que lleva nueve años en el medio artístico. Estudió en la escuela Patricia Reyes Spíndola y después se mudó a Los Ángeles, desde donde comenzó su carrera. Hace unos días estrenó Víctor. El poder de la fe, historia basada en uno de los personajes del libro La cruz y el puñal, que habla sobre jóvenes pandilleros y adictos a las drogas en Nueva York.

¿De qué va la película?

Trata sobre el poder de la superación personal. Es para verla en familia, pues logra unir y motivar. El protagonista es Víctor, un chico puertorriqueño que se muda a Nueva York, pero cae en las pandillas y se vuelve adicto a las drogas. Es una historia que muestra que se puede salir de eso y que uno puede superarse, pues su mamá nunca se rinde, ora por él.

¿Este papel ha influido en tu vida?

Sí, definitivamente. Es un personaje que te cambia y, además, te reta como actor. Cuando eres el protagonista, llevas el peso de la película encima: si tú estás mal, toda la cinta cae o al menos casi todas las escenas. Afortunadamente salió bien y estoy contento con la representación final. Me dio mucha confianza. También es un sueño hecho realidad: ir a Los Ángeles, ser actor, estar en Hollywood. Me ha cambiado mucho la vida.

¿Cómo te preparaste para interpretar el papel de Víctor?

Hablé con él y vi muchos documentales sobre las adicciones a mediados del siglo XX. También salí a las calles, donde hay muchas drogas y pandillas, empecé a ver la esencia. Aprendí a no juzgar y a entender sobre la adicción a las drogas. Cómo es que uno cae y también cómo tratar de ayudarlos. Salir es muy difícil, llega un punto en el que consume tu alma, de ahí no se vuelve a ser el mismo.

¿El panorama en el que vivió Víctor ha cambiado o sigue siendo el mismo?

Realmente sigue habiendo el mismo problema. En Estados Unidos hay muchas drogas. El tema de la adicción no ha cambiado, necesitamos tener conciencia sobre lo que pasa para no perder a la gente, a nuestros hijos o amigos.

¿Cuál es el papel de los migrantes?

Que no caigan en adicciones, que no sean víctimas de las pandillas o de las drogas. No hay que buscar el sueño americano de una forma ilegal, de maneras que no son correctas o que dañan a otras personas. Los latinos somos talentosos, amorosos, tenemos un gran corazón, somos humildes y trabajadores. Así hay que seguir.

¿Qué les dirías a los migrantes que están en Estados Unidos?

A los jóvenes les pido que vean la película, que observen la destrucción que pueden provocar las drogas a su vida. Te vuelves incapaz de vivir. La historia representa eso, pero también te dice qué puedes hacer para salir de eso, si quieres, con el poder de la fe. Víctor es un héroe porque nos enseñó lo que no se debe hacer, lo que puede pasar. Me inspira.

¿Crees que la película puede ser catalogada como religiosa?

Pienso que el tema es universal, no importa si eres creyente o no; sea en ti mismo o en algo superior. La gente religiosa sí se va a sentir identificada. Es un tema real, no te está diciendo que hagas algo o que creas en algo; te está contando cómo una persona logró salir de su adicción. Este es solo un caso, una manera de vivir, no te dice que así tiene que ser. Somos muchos humanos en este planeta, todos somos diferentes y creemos en cosas distintas. Me parece que todo lo que sea bueno para una persona es aceptable, ya sea que crea en un Dios, en la naturaleza, en ella misma o en la ciencia.

¿Cómo definirías la fe?

Es amor, es no rendirse, seguir adelante y  tener confianza en uno mismo y en la vida. Es la idea que tú quieras usar, pero al final todos hablamos de la misma cosa, aunque algunos prefieren creer en Dios y otros, en la ciencia. Al final todos creemos en algo.

¿Qué proyectos vienen para ti?

Acabo de hacer una película, con un director mexicano, que saldrá en verano en Netflix. Soy parte del elenco principal, es una comedia juvenil. Me encanta el cine mexicano, creo que tenemos mucho talento.