Hace cuatro años ya que el productor y DJ chileno Paul Marmota publicó Nueva, un EP de algo que nos atrevimos a describir como “reguetón espiritual” —explico líneas abajo— y que, desde mi perspectiva, lo llevaba a formar parte de esa genealogía de proyectos chilenos que se encontraban explorando la posibilidad de construir música de raíces latinas con resonancias sintéticas, en la que figuraban desde Jorge González vía Gonzalo Martínez y las Congas Pensantes a Vicente Sanfuentes y el chileno por adopción Uwe Schmidt (con proyectos como Original Hamster, Los Sampler’s o Surtek Colective, que en 2005 combinaba reguetón con acid house).
Su aproximación al reguetón podía ser descrita como “espiritual” por la malicia con que había transformado géneros habitualmente asociados a la carne y a sus placeres —el reguetón, el dembow— en invocaciones a nuestro interior, desprovistas de palabras y con abundantes alusiones —estridentes, aciduladas— a una especie de épica del videojuego. Desde aquel entonces, Paul Marmota ha seguido redefiniendo su estilo, sin hacer a un lado su interés por los bajos profundos y latinos del dembow. Hace poco más de un mes, Marmota entregó un nuevo material en el que volvió a mostrar su don para acercarse al dembow y reinventarlo. Publicado bajo el sello español La Vendición Records, del productor catalán de trap Yung Beef, Zona es un álbum en el que la crítica ha visto ya la influencia en el chileno de la locura y la densidad de sabores que ha experimentado viviendo en la Ciudad de México. Me extraña que el álbum aún no reciba bastantes halagos, porque el disco es magnífico. Esta vez, ha combinado sus habilidades para producir bases rítmicas y melódicas que se sacuden los clichés del género y de lo latino con grandes colaboraciones en las voces: MC Buseta, Tomasa del Real, Kaydy Cain, Khaled, El Mini, La Favi o el propio Yung Beef. Este jueves en Terminal (Bolívar 20, Centro), Paul Marmota hará un b2b con Lao —otro secuaz en Zona— en la primera entrega de una serie de fiestas que llevan por título Verdadero Propósito. Se antoja para sentir los bajos intensos de sus nuevas producciones con un buen audio.
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