La cineasta Paula Astorga es la cabeza detrás de algunas de las plataformas y proyectos audiovisuales más importantes del país, como Circo 2.12, el FICCO-CINEMEX o CinemaUno.com
Algunos de los proyectos de Paula Astorga se han intrincado o le han dado forma a nuevas propuestas, como en el caso de Circo 2.12, el cual “se creó en el año 2000 como una organización para la creación, producción, desarrollo, distribución y entendimiento del cine como fenómeno cultural. Desde entonces, hemos estado asociados a proyectos de difusión. Empezamos con proyectos temporales, pero siempre hemos querido mantener espacios que puedan mantener una oferta permanente (así nacieron nuestros cineclubes). El primer gran proyecto de Circo 2.12 fue Cinema Global, el cual se realizaba en el marco del Festival del Centro Histórico, a partir de este proyecto se creó el FICCO, el Festival Internacional de Cine Contemporáneo de la Ciudad de México, con Cinemex. Posteriormente, en el año 2010, fundamos Distrital con la idea de mantener un espacio para lo mejor del cine alternativo del mundo en la ciudad”.
Al preguntarle sobre la historia de Distrital, la cineasta me cuenta que “tras la quinta audición y después de haber terminado mi gestión como directora de la Cineteca, retomé la dirección del festival y creamos Distrital Formación —un espacio dedicado a la creación, desarrollo y fomento del cine mexicano y latinoamericano. En el marco de Distrital Formación tenemos talleres, exhibiciones de un cineasta especial internacional y el encuentro de desarrollo de proyectos Tres Puertos, evento que se realiza en conjunto con el Festival Internacional de Valdivia, a través de Australab, y el Festival Internacional de Cine de Róterdam. A partir de este año Distrital se convirtió en el primer festival de cine independiente on line de Latinoamérica”.
“A partir del éxito de la primera edición de Distrital, ya transformado en un festival en línea, Cinema UNO —que fue una de las sedes digitales del festival, de hecho la que albergó la mayor cantidad de filmes—, me invitó a encabezar el proyecto. Desde el primero de marzo tomé la dirección general de Cinema Uno”.
Sobre el impacto e influencia de Cinema UNO y Distrital en la recepción de la cultura en la ciudad, Paula responde y recapitula las formas que el público tiene de ver cine hoy: “Hay un momento donde no se puede negar que los hábitos de consumo del audivisual se han transformado. Por un lado, las generaciones más jóvenes empatizan con los nuevos dispositivos para consumir películas, se trata de una genuina búsqueda de buenas oportunidades para ver cine de calidad. Por otro lado, la ciudad de México —tan complicada— necesita mejores opciones que nos permitan ser parte de una comunidad y acceder a una oferta diversa, y con un perfil definido, sin tener que desplazarnos”.
Una plataforma ambiciosa
“Cinema UNO nace con la vocación definida de ser un espacio de exhibición digital. Me entusiasma mucho que es una iniciativa construida e ideada 100 % por un grupo de mexicanos que están súper comprometidos en difundir y trabajar de manera certera en la formación de audiencias en la era digital. Más allá de ser una plataforma en línea, Cinema UNO se presenta como un proyecto de promoción enriquecido por las alianzas con diversos festivales, además de tomar un nuevo camino al adquirir títulos nacionales e internacionales que le van a dar forma a Cinema UNO Distribución. Finalmente, vamos a tener un objetivo claro donde se incluye la producción y desarrollo de cine y contenidos propios”, concluye la exdirectora de la Cineteca Nacional.
El cine mexicano actual
“Yo celebro mucho el presente diverso y enriquecido, en términos formales, que está viviendo nuestra cinematografía. Si bien tenemos un momento fantástico en términos de estímulos y fondos que han incrementado la producción, me parece que aún hay muchísimo por hacer. Y creo que ahí es donde promotores, productores, cineastas e iniciativas independientes están logrando un proceso de transformación y empatía con el público”.
Cuando menciono la condición indudable de retos y limitaciones que los cineastas mexicanos deben enfrentar, Paula Astorga responde que “hay dos problemas fundamentales que se pueden resumir: primero, la falta de un proyecto sólido para la promoción y proyección del cine; por otro lado, seguimos padeciendo un serio déficit en la distribución y exhibición en salas de cine para las producciones nacionales”.
De los cineastas que más entusiasman a Paula se cuentan, “entre los que forman parte de la industria internacional, sin duda alguna, Guillermo del Toro; es el que más me llama la atención, siempre me interesa saber qué está haciendo”. De la escena independiente cree que “hay cineastas que están en un proceso interesante de maduración, como Fernando Eimbcke y Rigoberto Pérezcano, y todavía más independientes me interesan mucho Michel Lipkes, Nicolás Pereda, Yulene Olaizola, Pablo Echeverría y el guatemalteco-mexicano Julio Hernández Cordón, pero hay muchos más haciendo un cine realmente interesante que, no hay duda, irá más allá de nuestras fronteras”.
Para finalizar, le pregunto cuáles son sus películas favoritas. “Si en este momento recomendara qué ver, sugeriría visitar la retrospectiva de Rossellini en conversión restaurada que encontrarán en la plataforma de Cinema UNO, donde hay películas fundamentales para la historia del cine como Alemania, año cero. Por otro lado, en lo contemporáneo yo les recomendaría Heli, de Amat Escalante, La vida de Adèle, de Abdellatif Kechiche, o las películas de Bruno Dumont, las cuales también pueden verse actualmente en la plataforma. Dumont es de mis cineastas favoritos”.