Desde agosto de 2023, personas migrantes indocumentadas han encontrado en los Pilares de la CDMX un espacio para la comunicación y el aprendizaje
Por Miriam Jiménez
Los Puntos de Innovación, Libertad, Arte, Educación y Saberes (Pilares) se han convertido en un espacio que no está limitado a la ciudadanía capitalina, sino que también es para las personas migrantes indocumentadas y aspirantes al estatus de refugiadas que pasan por la CDMX.
De acuerdo con la Secretaría de Gobernación (SEGOB), de enero a octubre de 2023 se registraron 588 mil 626 personas migrantes indocumentadas y aspirantes a refugiados en México. Ante la necesidad de comunicarse y el tiempo de espera para cruzar a los Estados Unidos o regular su situación migratoria en México, algunas de ellas se han acercado a los Pilares de alcaldías como Cuauhtémoc, Gustavo A. Madero, Tláhuac, Venustiano Carranza e Iztapalapa, principalmente para aprender español, computación y música.
Tal es el caso de Joasnel Jean Simon, un hombre de 41 años, originario de Haití, quien asiste con frecuencia al Pilares Tlalpexco, en la alcaldía Gustavo A. Madero, con la finalidad de mejorar su español. En conversación con +Chilango, cuenta que llegó al país hace cinco meses, es divorciado y tiene dos hijos que viven en República Dominicana.
Pese a que no cuenta con la documentación de identidad que le permita obtener el folio requerido para la inscripción a los talleres, tanto los profesores como le han abierto el acceso a las actividades, e incluso han encontrado la forma de comunicarse con él y proporcionarle todos los conocimientos que así requiera.
De acuerdo con Daniel Sánchez, docente de Ciberescuela, una buena estrategia de vinculación es que los profesores apoyen a las personas migrantes en el aprendizaje de cualquiera de los talleres y ellos, a su vez, apoyen a la plantilla docente con algunas palabras o frases en francés para compartirlas con la comunidad.
Alrededor de 10 personas migrantes asisten al Pilares de Tlalpexco pero Simon es quien tiene más acercamiento y constancia en sus clases. El resto de sus compañeros no asisten con frecuencia debido a que están en busca de un trabajo o ya están empleados. “Por el momento no trabajo pero en mi casa práctico todo lo que aprendo aquí. Me gusta mucho porque las personas son muy amables, por eso me gusta venir”, dice Simon.
Sin fronteras
En el Pilares Ana Bolena, de la alcaldía Tláhuac, el primer acercamiento de las personas migrantes fue para pedir ayuda en el llenado de documentos y solicitudes de empleo ante las dificultades con el idioma.
“A partir de ese momento se identifica la problemática de los compañeros haitianos que no manejan nuestro idioma. Fue entonces cuando nuestro coordinador propuso una actividad de español, de hecho, fue él mismo quien comenzó a dar las clases y después el resto de los profesores se comenzaron a involucrar”, explica Juan Manuel Castillo, docente de Ciberescuela.
El primer acercamiento se dio en septiembre; en ese momento llegaron cuatro personas y con el paso de los días se llegaron a incorporar más estudiantes, incluso, en algún momento se registró un grupo con 15 personas. Castillo cuenta que durante este periodo también llegaron personas interesadas en aprender inglés, mientras que otras se mostraron interesadas en las clases de fotografía.
A los talleres de esta unidad también asiste James, un chico haitiano de 22 años que llegó a México con sus primos, hermanos y tías. El resto de su familia está distribuida en Francia, Estados Unidos y Haití.
Por ahora no tiene trabajo pero ya está en busca de uno y su nivel de español es más avanzado que el de sus compañeros. Aunque el plan original de James era migrar a Estados Unidos para encontrarse con una parte de su familia, después del buen trato que ha recibido en general afirma que prefiere quedarse, arreglar su situación migratoria e incluso, buscar una novia mexicana.
Otras historias
Brenda es originaria de Nigeria, tiene 30 años y llegó a México hace cinco para hacerle compañía a su hermana y su cuñado, quienes estaban esperando un bebé. Ahora es profesora de inglés en una escuela secundaria y asiste a clases de español en el Pilares Jesús Maldonado, en la alcaldía Coyoacán.
En un principio, Brenda se acercó al espacio porque le llamaron la atención las clases de zumba pero después se dio cuenta que podía aprender español.
Yuliette Contreras, docente de Ciberescuela, indica que sí le ha costado un poco de trabajo aprender el idioma, y por esa razón, se comunican en inglés cuando tiene que darle una indicación.
Por el momento, Brenda no toma otros talleres debido a que para ella es muy importante dominar el idioma con el fin de comunicarse efectivamente, pero ella asegura que le gusta mucho porque se puede expresar con otras personas y hacer nuevos amigos.