Una serie de crímenes escalofriantes tienen de cabeza a la Ciudad de México. El responsable es un asesino serial apodado el estrangulador de la media azul. Su última víctima es el locutor de un noticiario nocturno. El cuerpo, abandonado dentro de la cabina de radio, está acompañado por una terrible amenaza: “Mañana habrá otro”.
El responsable de enfrentarlo es Emiliano Conejero, un comandante decadente, adicto al whisky, y convencido de que los casetes que guarda en la guantera de su viejo Galaxy son un oráculo al que se debe consultar a diario, siempre con mucho respeto: si el viaje inicia con Jethro Tull, se trata de un buen día; pero si suena Bon Jovi, la cosa está jodida. Alguna vez fue la cabeza de la Dirección de Investigaciones Especiales, pero su alcoholismo lo obligó a refugiarse en una clínica de desintoxicación y su carrera se fue a pique.
Y no está solo: lo acompañan la Vacota, el Tucumano y el Espectro, un licenciado en Filosofía de la UNAM quien, tras fracasar al intentar conseguir empleo como maestro de preparatoria, terminó vigilando un supermercado, encerrado en una columna, espiando clientes.
Uno de los principales sospechosos de la policía es Tito Brito, una celebridad radiofónica cercana a la mayoría de las víctimas del estrangulador y que, en los últimos días, ha sido un crítico férreo de las autoridades capitalinas.
Publicada originalmente en 2012 con otro título y en formato digital, Pinches jipis es una novela vertiginosa y acelerada en la que Jordi Soler revive a este personaje creado hace más de 20 años, cuando el escritor todavía trabajaba en la radio.
Jordi Soler
Malpaso, Barcelona, 2016, 154 páginas
362 pesos