Esta colonia fue fraccionada en los años treinta por la compañía De la Lama y Basurto, en el terreno que había formado parte de la Hacienda de los Morales. El casco de la antigua propiedad aún existe, con algunas modificaciones, y desde 1967 es el restaurante del mismo nombre, en Juan Vázquez de Mella 525.
Muy cerca se encuentra el Conservatorio Nacional de Música, en el cruce de Ferrocarril de Cuernavaca y el Anillo Periférico. Este conjunto fue planeado por Mario Pani en 1949, y ocupa el predio donde estuvo el Club Hípico Alemán, expropiado durante la Segunda Guerra Mundial; es una muestra de la arquitectura del Movimiento Moderno, y sirvió como escenario para la cinta El amor de María Isabel, de 1970. La fachada luce una serie de esculturas de Armando Quezada, y amerita entrar para conocer el auditorio al aire libre.
La avenida Campos Elíseos conserva el trazo del Río de los Morales, y en la esquina con el Paseo de la Reforma se levanta un obelisco dedicado a Simón Bolívar. Esta estructura marcaba el acceso a la primera sección de Polanco, inaugurada en 1938.
A una cuadra hacia el norte se ubica el Parque Lincoln, punto de reunión para los vecinos y los paseantes de este rumbo. En sus inicios se llamó Parque de los Espejos, debido a sus estanques, y para 1966 fue rebautizado al colocarse la estatua de Abraham Lincoln.
En la acera oeste sobresale la torre del reloj, obra de Enrique Aragón Echegaray, que quedó retratada en el ícono del Metro Polanco y hoy funciona como galería de artes plásticas.
En el lado oriente del jardín hay un aviario, además del Teatro Ángela Peralta, con su concha acústica para escuchar conciertos, similar al Hollywood Bowl de Los Ángeles.
Desde el proyecto original, esta zona se distinguió por el estilo colonial californiano y neobarroco de sus residencias, con fastuosos decorados de cantera labrada, varias de las cuales han desaparecido. Entre las sobrevivientes destacan las de Luis G. Urbina 56 y 104, la de Emilio Castelar 135, la de Horacio y Lafontaine, y la de Anatole France 74.
Otras dos casas son notables por su historia. En primer lugar, la de Calderón de la Barca 308, que perteneció a la familia Ávila Camacho; en ella se filmó la célebre película El ángel exterminador, de Luis Buñuel, y también aparece como embajada soviética en El juego del halcón, de 1985. Por otro lado, el chalet de Periférico 67 es desde 1972 el restaurante Sir Winston Churchill’s, donde se puede disfrutar de la cocina inglesa en sus salones y jardines.
En Horacio y Musset se localiza la parroquia de San Agustín, realizada por Leonardo Noriega en los años cuarenta, que se ve imponente por su altura. En el altar se encuentra un baldaquino o pequeño templete traído desde el convento de Santa Teresa la Antigua, ahora el museo Ex Teresa Arte Actual, en el Centro Histórico.
La avenida Presidente Masaryk era la calzada que conducía a la hacienda. Entre Oscar Wilde y Julio Verne está el Pasaje Comercial Polanco, diseñado por Francisco Serrano en 1938, que consta de una calle interior con cafés y tiendas en la planta baja y departamentos en los pisos superiores, además de una fuente con un reloj solar al centro. El recorrido no puede acabar, por esta ocasión, sin sentarse a ver pasar la tarde desde una de sus mesas.