Ideada como una ciudad deportiva por un empresario libanés, la Plaza de Toros celebró hace unos días su 70 aniversario en medio de protestas contra el abuso hacia los animales.
Sólo se construyó la plaza de toros y un estadio de futbol. En la plaza hay espacio para 50 mil espectadores y es una de las más grandes del mundo. Neguib vendió el inmueble a Moisés Cosío quien, al morir en 1983, lo heredó a sus hijos. El lugar ha servido para conciertos de personajes como Vicente Fernández y para eventos como el Red Bull X-Fighters.
En 1941, Emilio Azcárraga Vidaurreta se puso en contacto con el empresario libanés Neguib Simón, pues estaba interesado en construir una ciudad de los deportes en el terreno que el empresario tenía en la avenida Insurgentes. Uno de los planes era edificar un toreo que sustituyera al de la Condesa, que nunca se terminó. La primera corrida en este lugar ocurrió en febrero de 1946.
En el marco del 70 aniversario del lugar se realizó hace unos días una protesta contra la tauromaquia, donde se pidió a las autoridades detener la agresión y muerte de los toros. Ese día, el español José Tomás regresó a México para una celebración cuyas entradas se vendieron hasta en 145 mil pesos.
