Andrea Mijangos y Lizzy Zubiaga están de vuelta. A once años de su primera aparición, el yin y el yang de la serie de novela negra que catapultó a Bernardo Fernández a terrenos que antes (dedicado casi exclusivamente a la Ciencia Ficción) no se hubiera siquiera imaginado pisar.
Azul cobalto es parte de la serie que incluye otras tres novelas: Tiempo de alacranes, Hielo negro y Cuello blanco (por la primera, Bef obtuvo el Premio Nacional de Novela “Una vuelta de tuerca” 2005 y el “Memorial Silverio Cañada” 2006; mientras que por la segunda se ganó el Premio Grijalbo de Novela).
Mijangos, la expolicía judicial, ahora convertida en millonaria que viaja a Nueva York para ver a Metallica en primera fila, lleva una vida aburrida como detective privada cubriendo casos de infidelidad. Zubiaga, su némesis, también está aburrida y tras la muerte de su padrino, un criminal apodado El Padrino, decide darle un giro a su vida y monta un negocio dedicado al robo y falsificación de obras de arte.
Sus caminos se vuelven a cruzar porque (además de que así lo decidió Bef y porque tenemos suerte de que así sea) siempre queda una cuenta pendiente entre las dos. Se trata de una pareja de antagonistas como pocas en la historia reciente de las letras en nuestro país, dos mujeres con mucho carácter y que rompen estereotipos.
Como dice el escritor F. G. Haghenbeck en la contraportada del libro, con su ritmo intenso que no da tregua al lector; su lenguaje vivo, sencillo y vibrante; y una serie de personajes irreverentes y agresivos, las novelas de Bef protagonizadas por la detective Mjiangos “son la música punk de la literatura policiaca”.
Azul cobalto
Bernardo Fernández
Editorial Océano
$175.
