Estas son algunas reacciones chilangas ante la muerte de famosos. ¿Cuál eres tú?
El fan #1
Presume haber consumido las obras completas del desaparecido y otorga pruebas que nadie solicitó. Si lo conoció en persona, ¡uf!, sube todas las fotos y la crónica detallada del encuentro.
El criticón de los fans
Cuestiona la veracidad de quienes lamentan la pérdida y dice que lo hacen por pose. Se pelea para ver quién la tiene más grande… la colección de obras del muerto, pues.
El místico-esotérico
Decreta que el alma del muerto estará bien y que le irá mejor al haber dejado este mundo material. Manda buenas vibras por doquier, prende su veladora y le reza a la deidad de su devoción.
El investigador
Le da ansiedad no saber quién era esa eminencia de la que todos hablan, así que estudia los datos básicos y se forma una opinión improvisada para que no lo agarren en curva.
El hater
Se siente muy orgulloso no solo de no haber sido seguidor del recién fallecido, sino de odiar su obra y sus (cuestionables) aportaciones. Predica su mensaje de hate y desprecia a los fans tristes.
El conspiranoico
Jura que el fallecimiento está siendo aprovechado como cortina de humo para ocultar atrocidades del gobierno. Llega incluso a especular que son fake news y que el muerto anda de parranda.
El despistado
Su primera reacción es: “No mames, ¿a poco seguía vivo?”, o se entera hasta después de un año; entonces se sorprende y se pone triste cuando el resto de la población ya olvidó la tragedia.
El importantómetro
Bajo la advertencia: “Sí me parece lamentable, peeero…”, aprovecha para señalar otras muertes que considera más importantes. Como el conspiranoico, sospecha de la manipulación mediática.