La Dirección de Cultura Ambiental de la Secretaría del Medio Ambiente de la Ciudad de México puso en marcha un programa para la recolección de este tipo de materiales, Ponte Pilas con tu Ciudad
Además de los residuos orgánicos, sólidos, eléctricos y electrónicos que genera la Ciudad de México cada día, existen aquellos que requieren un manejo ambiental específico.
Es el caso de las pilas usadas, que comúnmente están hechas con materiales pesados como óxido de mercurio, óxido de plata, litio y cadmio, elementos que se continúan descargando aún después de agotar su vida útil.
Una vez en los vertederos, la lluvia y los líquidos que generan los desechos contribuyen a que el mercurio se expanda hasta alcanzar cuerpos de agua. De acuerdo con el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología de Paraguay, una pila tipo botón para reloj contamina hasta 600 mil litros de agua, lo cual es relevante a la hora de considerar que este líquido se llega a utilizar para el riego de cultivos. Además, también hay pilas cuyos componentes pueden entrar en combustión y liberar contaminantes en el aire.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, la inhalación o ingestión de distintos compuestos de mercurio pueden causar trastornos neurológicos y del comportamiento, con síntomas como temblores, insomnio, pérdida de memoria, efectos neuromusculares, cefálea o disfunciones cognitivas y motoras.
Alternativas
La Dirección de Cultura Ambiental de la Secretaría del Medio Ambiente de la Ciudad de México puso en marcha un programa para la recolección de este tipo de materiales, Ponte Pilas con tu Ciudad, para el manejo adecuado y reciclaje de las pilas usadas.
Las tipo AA, AAA, C, D, CR, cuadradas, de botón y de celular pueden ser llevadas a una de las 400 columnas de acopio disponibles en vialidades de la ciudad, para disponer de forma segura de estos residuos.
Cada una de estas columnas alberga un contenedor interno en donde se almacenan las pilas. Hasta el momento hay columnas en 13 de las 16 alcaldías.
La empresa Imágenes y Muebles Urbanos (IMU) recoge las pilas cada quince días y elabora un registro de las que fueron recuperadas en cada columna. Las pilas se almacenan en un centro de acopio temporal que tiene la empresa en el municipio de Naucalpan, Estado de México.
Cuando se reúne más de una tonelada de pilas, se trasladan a la empresa Sitrasa, que tiene una planta de reciclaje en Irapuato, Guanajuato, donde se clasifican por su tipo.
En Sitrasa el procedimiento para reciclar las pilas es el siguiente:
- Se recupera la carcasa de las pilas y se reutiliza en la fabricación de alambre, llaves, varillas, partes para carro, etcétera.
- Se recuperan algunos metales como litio, cadmio, níquel y zinc, que son reutilizados en diversas cadenas productivas.
- Lo que no se recupera se utiliza como estabilizador de residuos peligrosos dentro de la misma planta de esta empresa.