Viven abarrotando los reencuentros de Kabah, OV7, Magneto, Mercurio y demás grupillos poperos que se hicieron famosos antes del año 2000, y ahora se refugian en fiestas temáticas donde reviven sus años de juventud en plataformas y mochilas de happy face, ¿te suena?
DISFRAZARSE
Los jeans y las camisas de franela son un básico en el guardarropa de cualquier hombre noventero que nunca dejó de sentirse el más rockero por escuchar a Nirvana y Pearl Jam.
LOS PLAYLIST
Cuando se reúnen con sus amigos de la secundaria no puede faltar la lista con todos los éxitos que los hicieron “vibrar” en su juventud; cantar Ahora te puedes marchar, de Luismi, es casi obligación.
ACCESORIOS
Pueden tener 35 años pero las mujeres noventeras siguen amando con locura las ‘donitas’ para el cabello como las que se ponía Fey, los piojitos que se pegaban al cabello y las bolsas con caritas.
LAS ANÉCDOTAS
Todas las historias de sus fiestas involucran salir de antro —donde bailaban al ritmo de los Vengaboys—, cuántos muppets podían aventarse en una noche o la vez que les ofrecieron una tacha.
EN TELEVISIÓN
Recuerdan a la perfección toda la barra de telenovelas juveniles, desde Alcanzar una estrella II, con Ricky Martin antes de declararse gay, pasando por Agujetas de color de rosa hasta Soñadoras.
DE ROMÁNTICOS
A la hora de romancear les entra la nostalgia por mandar cartitas firmadas con besos o llevar serenata en el coche al pie de una ventana; en los noventa era la única manera de hacerlo.
EN LA TECNOLOGÍA
Después de vivir en una época donde la computadora era para garabatear en Paint o descargar una rola en tres horas, agradecen de corazón la llegada del internet como hoy lo conocemos.
ODIO AL LUNCH
Si tienen hijos tratan de consentirlos todo lo posible a la hora de comer, luego de pasar años odiando la apestosa torta de huevo o el sándwich de jamón, queso amarillo y mayonesa.